Interoperabilidad en materia de información de medicamentos, ¿cuál es el siguiente paso?

Medicamentos

Por Alejandro Elías, Key Account Manager para España y el Cono Sur de VIDAL Vademecum Internacional

Cada vez que una institución sanitaria se plantea la necesidad de migrar sistemas de información, alimentar nuevos software o implementar sistemas de control de gestión, primero debe identificar si sus bases de datos de medicamentos se comunican entre ellas o si impiden la evolución del sistema. 

¿Por qué? Al analizar el ciclo del medicamento desde un punto de vista funcional, sale a la luz que el uso de estándares es indispensable en los procesos de integración/carga de un EMR que requiere alimentarse de información estructurada y actualizada para obtener el máximo rendimiento de sus funcionalidades avanzadas.

Workflow del medicamento

En la fase de prescripción, y en etapas posteriores, los estándares son útiles para:

1. Acceder correctamente a los documentos

2. Permitir la vinculación con otras terminologías semánticas

3. Nutrir los sistemas de alertas o módulos de soporte a la decisión clínica

4. Brindar mayor seguridad para el paciente

5. Lograr ahorros medibles en términos de gasto de medicamento (terapias duplicadas, interacciones, etc.)

6. Reducir los tiempos de estancia y los reingresos derivados de efectos adversos de la medicación

Estándares e interoperabilidad

Tradicionalmente, las terminologías estándares han sido incluidas tanto al nivel de las patologías -ICD10, ICPC, etc.- como al nivel de los medicamentos -INN*, ATC, EDQM standard terms. Pero hoy en día, los principales modelos de datos farmacológicos cuentan con la posibilidad de gestionar la información al nivel del producto medicinal virtual, independientemente de la marca comercial. Esta funcionalidad permite, a su vez, establecer una vinculación a nivel de producto real

Sin ir más lejos, las entidades que trabajan con medicamentos tienen a disposición los ID’s de productos autorizados, pero en realidad son pocas las que cargan catálogos estructurados. Sin embargo, algunas entidades recurren a proveedores de bases de datos, que no sólo solucionan la carga y actualización del catálogo homogéneo (en aplicativos con necesidades y estructuras heterogéneas) sino que, además, procesan los cambios eventuales de formato de los catálogos del regulador y completan la información que requieren los clínicos en el Point-of-care a modo de información o alertas clínicas mediante tecnología open-source tipo http, XML, REST.

Flujo de información

Desde que un regulador publica información o autoriza un registro de medicamento hasta que dicha información le llega al profesional en tiempo y forma, existen diferentes escalones: 

Cada escalón del proceso, a su vez, debe generar valor añadido. El trabajo de recopilación, mantenimiento, formato y estructura de datos, por ejemplo, tendría que ayudar a generar un arsenal -catálogo de medicamentos propio- y/o unas APIs que alimenten los SSII.

El futuro ya llegó

Es un hecho: entre los reguladores, los industriales y los clínicos hay consenso a la hora de describir un medicamento bajo el concepto de Producto Medicinal Virtual, tal como lo ilustran los ejemplos de algunas las extensiones Snomed o los códigos IDMP (Identification of medicinal products, ISO International Standards) definidos por ISO.

Esta tendencia, que se concretará en los próximos años, mutualizará esfuerzos clínicos y regulatorios para liberar, actualizar, implementar y difundir la información en entornos nacionales o transnacionales, como Eurorec o Racsel.

Ahora bien, ¿cuándo se percibirá el beneficio real? Cuando el uso de las terminologías esté realmente generalizado en todos los niveles de la cadena de valor del medicamento.

Fuente: Vidal Vademecum Internacional – Haga click aquí para obtener más información.

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