La implementación de la HCE no es un proyecto técnico

HIMSS Latin America

Por Vicent Moncho Mas (*)

“Trabajar duro por algo que no nos importa genera estrés, mientras que trabajar duro por algo que nos gusta genera pasión.” Esta es una de las afirmaciones que utiliza Simon Sinek cuando explica “The Golden Circle” y la tríada W-H-W. 

¿Qué ocurre si nos hacemos estas tres preguntas en un proyecto de implementación de historia clínica electrónica (HCE)?

En mi opinión, es totalmente aplicable, ya que las respuestas pueden ayudar a resolver los clásicos problemas organizativos, culturales y de cambio de paradigma que surgen, por ejemplo, en el proceso de implementación de una HCE. A continuación voy a realizar el ejercicio intelectual:

¿Por qué? 

¿Cuál es el motivo, la causa o la creencia que ha llevado al planteamiento de un proyecto de tal calado? Puede tratarse de un motivo de liderazgo tecnológico, ya que los hospitales con una HCE tienen una mejor imagen externa e interna, puede deberse a la creencia de que la gestión de la organización podrá mejorar con la ayuda de los SSII, puede ser con el fin de optimizar los cuidados de los pacientes aumentando la seguridad, etc., etc., etc.

Por tanto, cada organización tiene que definir muy nítidamente sus motivos; respondiendo el por qué de forma tan clara como para que se convierta en el faro que guíe el proyecto. 

¿Cuántos proyectos TI o de HCE se han lanzado sin tener una idea clara del por qué? Sin esa idea clara será difícil valorar si se han alcanzado los objetivos del proyecto, será difícil siquiera determinar la duración del mismo, será difícil valorar los beneficios, ponerle fases o incluso fin.

¿Cómo?

¿Cómo vamos a gestionar el proyecto para conseguir los objetivos anteriores? Al aplicar un método científico basado en la experiencia, es posible descubrir que se han cometido errores de gran envergadura en los distintos “cómos”; principalmente porque estamos frente a un proyecto de cambio cultural, de cambio de paradigma, con un componente organizativo tan importante, que puede suponer una de las mayores revoluciones en la práctica de la medicina de las últimas décadas. 

Lo anterior obliga a pensar en un liderazgo puramente clínico, sin escatimar recursos (“clínicos”) para diseñar, dirigir y gestionar. La experiencia previa muestra que, en el mejor de los casos,  se dispone de un líder clínico rodeado de consultores “técnicos”, y luego, en un porcentaje elevado, fracasa.  

La transformación clínica es una función imprescindible en el desarrollo del proyecto y la clave de su éxito es la comunicación entre iguales.

¿Qué?

Esta pregunta es la más sencilla, ya que se refiere a las mejoras que vamos a obtener en los procesos a través de los SSII, que a su vez tienen que cubrir un mínimo de cobertura funcional, de usabilidad y de robustez para facilitar, desde el primer día, el trabajo de los profesionales. 

La tecnología no puede fallar, pues la inaccesibilidad por parte del profesional a la información clínica puede generar una situación de estrés y poner en riesgo la salud de los pacientes. Sectores con niveles de inversión en TI como el financiero se pueden permitir paradas planificas de los SSII por la noche, pero estas pausas son impensables en el entorno sanitario que presta servicio 24×7. 

Por tanto, el qué tiene que ser un sistema sólido, robusto, estable, finalizado, integrado, ya que no es posible realizar experimentos en nuestro entorno. Hace un par de años, un CIO describía su SSII asistencial como un aeroplano que estaba siendo construido en pleno viaje, que tenía continuos accidentes durante el trayecto y que debía retomar continuamente el vuelo. 

Todo proyecto de implementación de una HCE tiene que tener muy definida su misión, su por qué, su alcance. Pero la metodología no puede ser la clásica, no se puede plantear seguir haciendo lo mismo en formato electrónico, ya que en ese caso no se va a producir ningún tipo de mejora o beneficio. Debe pensarse, más bien, en un faro que sea capaz de ilusionar a toda la organización.

Por último, el liderazgo debe tener un componente clínico suficientemente potente y completo para desarrollar la revolución cultural que implica un proceso de tales características.

 

Ahora bien, todo lo anterior no será posible si no existe un sistema de información que cumpla de forma básica características como facilidad de uso, ayuda a la práctica clínica, robustez, retroalimentación y demás, podríamos realizar una lista de 20 principios básicos sin los que no se puede presentar esta solución en un ámbito sanitario.

 

(*) Vicent Moncho Más es miembro del Consejo de Gobierno de la Healthcare Information and Management Systems Society de Europa, y en la Conferencia y Exhibición Anual HIMSS Latin America encabezará la charla «»Nuevas implementaciones de HIT y el alcance del más alto nivel de adopción de historia clínica electrónica»». Además de liderar el equipo TI del Hospital de Denia (primer centro asistencial español que obtuvo el Nivel 7 de HIMSS), actúa como consultor de la Universidad Abierta de Cataluña.

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