El reciente evento HIMSS Central América/Expomed, realizado en San José de Costa Rica, puso en evidencia la importancia de la continuidad en las políticas de salud para la trasformación digital de la salud. El caso de éxito costarricense detallado paso a paso.
Por Pablo Pereyra Murray
En los años 50, Costa Rica inició una fuerte inversión en programas sociales con la participación del Estado, privilegiando el mejoramiento en el nivel de vida de la población, lo cual se vio reflejado en un crecimiento general de la economía, un mejor acceso a la atención de la salud, educación, vivienda y saneamiento del medio, que permitieron mejorar los indicadores sociales y reducir la pobreza en el país, lo que marcó hitos en la historia de la salud pública.
Costa Rica, en la actualidad, ha trazado debidamente su hoja de ruta con el Plan de Política Nacional de Salud, donde la aceleración de la transformación digital de la salud tiene prioridad, refirió al inicio del evento HIMSS la Dra. Mary Munive, ministra de Salud y vicepresidente de la Nación, que ha establecido para este fin una Dirección de Salud y Transformación Digital bajo su comando.
La trazabilidad de la contaminación de pozos de agua y la obligación a partir de mayo del 2025 de utilizar prescripciones electrónicas para poder regular el uso indiscriminado de antimicrobianos, son ejemplos prácticos de la transformación en curso, concluyó la ministra Munive.
La transformación digital de la salud ya tiene su camino recorrido en Costa Rica, teniendo en cuenta que la aplicación del Expediente Digital Único de Salud (EDUS) cumplió diez años, y que un hospital costarricense está en vía de certificación por HIMSS, tal como destacó el Dr. Mariano Groiso, consultor y líder de HIMSS para América Latina, en la apertura del evento.
El sistema de salud basado en la Caja Costarricense de Seguro Social exhibe de los mejores marcadores de la región, destacó Adolfo Tenorio Gnecco de la Organización Panamericana de la Salud, refrendando el concepto que la seguridad social se ha convertido en la columna vertebral de la democracia en Costa Rica. «La baja tasa de prevalencia de tuberculosis en el país es evidencia del buen manejo de los determinantes sociales de la salud», agregó Tenorio.
Desde la perspectiva de los problemas, el panel de expositores “ticos” enumeró una larga lista: envejecimiento de la población, aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas, abrupta caída en la tasa de nacimientos, elevada informalidad laboral, migraciones transitorias y hasta el cambio climático. Todas ellas atentan contra la sostenibilidad del sistema de salud.
Promover y sostener el diálogo entre el espectro de sectores representados en el evento (Ministerio de Salud, Caja de Seguro Social, Cámaras Empresariales, Colegio Médico, Instituto Nacional de Seguros) fue un primer emergente de la reunión. Hubo en todo caso un acuerdo, que se propuso documentar, en sostener el diálogo y comunicación entre las partes, amplificándolo con la generación de alianzas y articulaciones, promoviendo nuevos modelos colaborativos entre los sectores público y privado para poder escalar soluciones tecnológicas.
Quizás por el enfoque histórico del sistema en la atención primaria de la salud, Costa Rica padece el déficit y fuga de médicos especialistas, destacó Alexander Sánchez Cabo de la Caja de Seguro Social. En este orden, dado que la telemedicina facilita las interconsultas con especialistas, cabe esperar que la instrucción emitida por el Ministerio de Salud a las Universidades para incluir la educación en salud digital en la formación de los futuros profesionales ayude a mitigar este déficit, según refirió el Dr. Allan Mora, viceministro de Salud de la Nación.
En el terreno de las recomendaciones, la Dra. Margarita Marchena del Colegio de Médicos destacó la necesidad de acreditar y certificar debidamente la calidad de los procesos de la atención de la salud de la población. Daniel Quesada Alvarado, consultor del Ministerio de Salud, la de registrar las soluciones digitales de salud por las autoridades sanitaritas como se hace con los dispositivos médicos y el ya referido Dr. Mora, la de evolucionar en ciberseguridad y en el ejercicio del consentimiento informado digital de los pacientes y sus familias.
Quedó en claro en el grupo de panelistas la responsabilidad de todo el ecosistema, más allá del Ministerio de Salud, en la alfabetización digital de la población y de todo el espectro de trabajadores del sistema de salud. Los pilares de la ruta de la salud digital también quedaron destacados: interoperabilidad, infraestructura, gobernanza, ciberseguridad, alfabetización, gestión del cambio.
Fue la deuda en interoperabilidad la que surgió recurrentemente en las exposiciones, por la potencial dilación u omisión en la toma de decisiones fundamentales en la atención de la salud, la duplicación de estudios médicos o el desperdicio en la cadena de abastecimiento de medicamentos e insumos, poniéndose como ejemplo los ahorros del gobierno canadiense vía la interoperabilidad fluida del sistema.
Manuel Rodríguez Arce, de la Caja Costarricense de Seguro Social sentó las bases de la Interoperabilidad: “El Expediente Digital Único en Salud (EDUS) ya es utilizado en procesos que involucran a instituciones de salud externas a la Caja, incluyendo un proceso de interoperabilidad bajo estándares HL7 FHIR con el Instituto Nacional de Seguros que permite la transferencia del Resumen Internacional del Paciente”. Para 2025, la Caja extenderá la interoperabilidad de datos a diferentes prestadores de servicios de salud públicos o privados, alineados con el Plan de Acción para el Fortalecimiento de los Sistemas de Información para la Salud 2024 –2030 de la OPS y la estrategia regional definida en la Ruta Panamericana de Salud Digital (PH4H).
El gobierno costarricense ya ha seleccionado como estándares de interoperabilidad HL7 FHIR y SNOMED CT (este último no formalizado) y hubo consenso en el grupo que el año 2025 puede ser el de la interoperabilidad plena a gran escala.
Sobrevoló durante el evento la amable percepción de que Costa Rica se está transformado en un hub regional de salud. Y el creciente interés tanto de los oradores como de los participantes es evidencia de esta transformación.