El mundo envejece y los problemas relacionados con el cuidado de las personas son cada vez más y más complejos. Las herramientas digitales se enfocan en el sector age-tech de distintas maneras, pero ¿están las personas mayores preparadas para la digitalización?
Según la OMS, una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 60 años en 2030. Una premisa que acelera el ritmo de la innovación, impulsada por las necesidades cambiantes de este grupo etario.
Y mientras Amazon incorpora su servicio Alexa Together dirigido al cuidado de personas mayores, que incluye asistencia remota las 24 horas con alertas personalizadas, varias startups proponen un seguimiento del bienestar y la seguridad de los mayores a partir de soluciones «sensibles» y adaptables a sus hogares. La israelí Sensi.AI, por ejemplo, incluye un sistema que escucha y aprende el entorno del usuario para poder detectar y medir cualquier evento inusual y alertar a los cuidadores.
En Estados Unidos, la Oficina para el Envejecimiento del Estado de Nueva York anunció que llevará robots de IA a los hogares de 800 adultos mayores como parte de los esfuerzos del estado para combatir el aislamiento social y apoyar el envejecimiento. Algo similar a lo que sucede en Japón, en donde las residencias de ancianos y los hospitales ya están en manos de robots sociales que pueden conversar con los ancianos, aprender de sus emociones, o pedir ayuda a una enfermera.
Por su parte, el informe 2022 Market Overview, Technology for Aging confirma que «estamos entrando en un mundo de interacciones ‘sin contacto’, sensores y dispositivos auditivos ubicuos, así como de inteligencia artificial y aprendizaje automático, ahora al servicio de los adultos mayores». Y ya no caben dudas de que la llegada de la Inteligencia Artificial en la vida de las personas, implica también un nuevo paradigma en el cuidado de las personas mayores.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la inteligencia artificial puede mejorar la salud de las personas mayores, pero también puede discriminarlas.
«El potencial de la inteligencia artificial en el campo de la medicina para las personas mayores es incalculable, ya que no sólo puede ayudar a mejorar su salud, sino que puede tener un gran impacto positivo en su bienestar general. Pero por su diseño, implementación y uso, esas tecnologías conllevan el riesgo de replicar la discriminación por edad que existe en las sociedades y minar la calidad de la atención médica y social que recibe ese grupo poblacional», explican.
Con el objetivo de reducir o eliminar ese peligro, la entidad presentó a principio de este año una serie de políticas que incluye medidas legales, no legales y técnicas englobadas en ocho puntos que destacan la necesidad de incluir personas mayores en el diseño de la inteligencia artificial, así como equipos de proceso de datos con personas de distintas edades, además de inversiones en infraestructura y alfabetización digital para personas mayores.
Fuentes:
https://www.ageinplacetech.com/blog/four-trends-watch-2022-market-overview-technology-aging
Sensi.ai
