Alvaro Queijo: “La transformación digital no es solo para lograr sistemas de salud más eficientes; es el medio para potenciar derechos, mejorar resultados clínicos y fortalecer la equidad”

Entrevistas

En un contexto de cambio político y desafíos crecientes en la región, Uruguay proyecta una nueva etapa en su estrategia de salud digital. Para conocer la visión del sector tecnológico, conversamos con Álvaro Queijo, director de Apraful, empresa referente en tecnología para la gestión de la salud, con más de 30 años de trayectoria.

. Con el reciente cambio de gobierno en Uruguay, ¿cómo evalúa la nueva orientación del Ministerio de Salud Pública en relación con la transformación digital del sistema?

Veo una agenda ambiciosa y muy necesaria. El gobierno ha mostrado su intención de reducir tiempos de espera, garantizar el acceso a medicamentos, mejorar la atención primaria, fortalecer la prevención y avanzar en la integración del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS). Todos estos objetivos son impostergables y requieren de la tecnología como habilitadora.

En ese sentido, aplaudimos la intención de reactivar el programa Salud.uy, un proyecto estratégico impulsado por la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic), que había perdido dinamismo en los últimos años, ya que para Apraful la transformación digital no es solo para lograr sistemas de salud más eficientes, también debe ser el medio para potenciar derechos, mejorar resultados clínicos y fortalecer la equidad.

Salud.uy ha significado un avance importante en modernización, con herramientas como la historia clínica electrónica nacional y la interoperabilidad de datos. Sin embargo, el verdadero valor de estas tecnologías radica en su integración efectiva dentro del sistema, con una gobernanza sólida, visión de largo plazo y foco en resultados.

Por su parte, desde la academia, se ha contribuido recientemente al análisis del sistema, destacando como principales debilidades las rigideces institucionales, duplicación de esfuerzos y una gestión del gasto que necesita mayor efectividad. Frente a este panorama, hay oportunidades para aprovechar las competencias técnicas  y rectoría del Ministerio de Salud Pública (MSP) y promover una gobernanza más dinámica.

. ¿Cuál es el aporte concreto de Apraful a ese ecosistema digital en evolución?

Trabajamos para que la tecnología esté al servicio del paciente y de las organizaciones de salud. No imponemos soluciones; colaboramos con los prestadores según su contexto y nivel de madurez tecnológica, con servicios y soluciones integrales en áreas operativas y clínicas.

Fuimos pioneros en Uruguay en desarrollar plataformas de autogestión —apps, portales web, tótems interactivos— que empoderan al paciente y permiten a las organizaciones extender el cuidado y los servicios. Lo mismo con Historia clínica Electrónica y  Metas asistenciales. Generamos el único sistema en nuestro país para acompañar la prevención que promueven las metas y su cumplimiento.

También lideramos la transformación del área farmaceutica, con el unico sistema integral  totalmente interoperable, que permite trazabilidad completa, optimización de stock, control del gasto, accesibilidad y seguridad del paciente.

Contamos, además, con una solución robusta de agenda médica que entendemos como la verdadera “puerta de entrada” al sistema de salud; allí en donde empieza la experiencia del usuario, y hay que ser impecables, sobre todo si los tiempos de espera estan en juego.

Toda nuestra línea de trabajo está enfocada en afectar positivamente la calidad asistencial en cualquiera de sus dimensiones.

. En los últimos tiempos se vio una creciente presión económica sobre los prestadores de salud, así como movimientos de adquisición en el mercado tecnológico. ¿Cómo se posiciona Apraful en este escenario?

Es cierto que el sector está atravesando algunas tensiones puntuales. Algunos prestadores enfrentan dificultades económicas, según la información pública, aunque no siempre por las mismas razones. En paralelo, el mercado de tecnología en salud en Uruguay ha sido objeto de adquisiciones por parte de fondos extranjeros, lo cual reduce la diversidad de actores locales.

Un aspecto fundamental para mejorar en Uruguay es la articulación entre el sector público y el privado, especialmente en el uso de tecnologías que optimicen el gasto, incrementen la calidad de atención y mejoren la disponibilidad de recursos. Además, debemos consolidar una agenda digital integrada, con metas compartidas y liderazgo claro.

Apraful sigue siendo una empresa 100% uruguaya, la más grande del sector, compuesta por un equipo multidisciplinario que entiende profundamente el sistema de salud nacional. Eso nos da una ventaja competitiva real: conocemos la normativa, los procesos y las particularidades del modelo de atención. Apostamos por Uruguay, por su talento y por una visión de largo plazo. No nos mueve una lógica de retorno financiero inmediato, sino el compromiso con la sostenibilidad del sistema.

. Uno de los temas ineludibles hoy es la inteligencia artificial. ¿Qué rol le asignan ustedes dentro de la gestión sanitaria?

La inteligencia artificial tiene un potencial enorme, pero su aplicación debe ser responsable y estratégica. No se trata de subirse a una moda. Una mala implementación puede generar ruido, desconfianza o incluso comprometer la seguridad del paciente.

En Apraful abordamos la IA desde un enfoque evolutivo. Evaluamos el grado de madurez digital del prestador antes de introducir herramientas de automatización o análisis predictivo. En algunos casos vemos oportunidades de aplicación de IA para optimizar flujos operativos o mejorar la eficiencia administrativa y clínica. Falta un poco de madurez para avanzar en el apoyo de áreas críticas como el diagnóstico o la gestión personalizada del riesgo.

La clave está en construir bases sólidas: interoperabilidad, calidad de los datos, integración entre sistemas. Solo así la inteligencia artificial puede generar verdadero valor para el paciente, el profesional y el sistema.

. Finalmente, ¿qué mensaje dejaría a otros países de la región que buscan avanzar en salud digital?

La transformación digital no es solo un cambio tecnológico, es un cambio cultural. Implica rediseñar procesos, formar equipos y crear confianza entre los actores. Uruguay ha sido pionero en varios aspectos y tiene un capital acumulado que puede servir como referencia.

Pero el verdadero desafío —en Uruguay y en toda América Latina— es sostener políticas de largo plazo, más allá de los gobiernos. Es necesario diseñar planes de acción que respondan directamente a las necesidades de los pacientes, y no a la lógica interna de las organizaciones, poniendo el bienestar de las personas en el centro de las políticas de salud.

La salud digital es una herramienta poderosa para reducir inequidades y mejorar vidas. Depende de nosotros hacerla realidad.

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