“Esta pandemia ha logrado que comencemos a tomar lo digital a favor de los ciudadanos”, explicó Marushka Chocobar, Secretaria del Gobierno Digital de la Secretaria de Ministros de Perú, en una charla sobre Reforma y Transformación Digital en Perú, organizado por la Universidad ESAN.
Sin embargo, el gobierno peruano ya había empezado a pensar, antes de la pandemia, en una transformación tecnológica-digital: a fines del año pasado comenzó a diseñar el plan “Agenda Digital al Bicentenario 2021”, que se propone, a partir de una serie de objetivos y estrategias puntuales, reformar el sistema digital nacional en pos de generar un desarrollo económico y una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos peruanos.
La meta principal del plan es, en vistas al 2021, dejar posicionado al país como un Estado competitivo, transparente e innovador. Para ello, la Agenda está organizada en 21 compromisos, agrupados en 5 pretensiones nacionales: Perú Íntegro, Perú Competitivo, Perú Cercano, Perú Confiable y Perú Innovador. En una entrevista para el portal StakeHolders, Marushka explicó que, para lograrlo, el gobierno tiene como objetivo “desplegar la infraestructura digital necesaria para garantizar la escalabilidad y disponibilidad de los servicios y plataformas digitales transversales del Estado” y que, para ello, “la Plataforma Nacional de Gobierno Digital considera los componentes de interoperabilidad, gobierno de datos, arquitectura y seguridad digital”.
Los ítems reunidos, así como sus propuestas internas, fueron elaborados en conjunto con la ciudadanía peruana. La Secretaria de Gobierno Digital, a cargo del plan, tuvo más de mil interacciones directas con los ciudadanos, más de cuatrocientas intervenciones con el sector privado, academias y organizaciones civiles y elaboró investigaciones etnográficas a nivel nacional.
Uno de los puntos más importantes que resultó de la primera encuesta sobre la Reforma Digital Peruana ha sido la valoración del impacto de la transformación digital en el país por parte de los ciudadanos: transparentar la gestión estatal, combatir la corrupción y las actividades ilícitas, impulsar el desarrollo social y económico de la región, preparar al país frente a próximos eventos naturales catastróficos, entre otros. La sociedad considera en gran medida que la transformación digital impacta en las metas del país.
Pero, además, la encuesta también indicó que la sociedad peruana considera que la reforma digital nacional tendrá como mayor beneficio la mejora en los accesos a los servicios de salud. Esto refleja que la salud es uno de los puntos más valorados por la ciudadanía y también por la Agenda del Bicentenario.
Sin embargo, Luis Tejerina, líder del sector social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de su agenda de salud digital, expuso, en diálogo con los estudiantes de la ESAN, las limitaciones que actualmente debe afrontar el país para seguir adelante con la reforma digital en salud: “Estamos en un momento en el cual vamos a tener muchas restricciones para hacer gastos”. Tejerina se refiere a los gastos que la región tuvo que hacer para afrontar la pandemia: un 3.6% del Producto Bruto Interno (PBI). En Perú, los gastos alcanzaron el 10%.
Frente a este ajustado panorama económico, Tejerina explicó que vale la pena hablar de una reforma digital, siempre que se reúnan los esfuerzos necesarios para aplicarla con eficacia. “Si decidimos dar un salto hacia la transformación digital, tenemos que hacerlo bien. De no ser así, podríamos quedarnos con una gran cantidad de recursos invertidos y desperdiciados”, afirmó y agregó que existe “bastante evidencia de que la transformación digital puede generar mejoras en la calidad de prestaciones de servicios de salud y en su eficiencia”. Siempre que se utilice correctamente.
Agendas Digitales de Salud e interoperabilidad
Tejerina explicó que el 53% de los países de la región poseen estrategias digitales de salud. Sin embargo, enfatizó en la necesidad de profundizar aquella cifra: “La pregunta es qué clase de agendas digitales tienen”.
Para lograr su eficacia, explicó, es necesario contar con un “buen esquema de gobernanza” en lo que respecta a la salud digital. En este sentido, sugirió tener en cuenta a todos los roles articulados para este objetivo. “El gobierno es uno de los actores más importantes, a través de la legislación, del desarrollo de estrategias y de las inversiones en el desarrollo de plataformas e incorporación de tecnologías de la información y de la comunicación, en la cadena de valor del sistema de salud. Sin embargo, es imprescindible articular dichos esfuerzos con el sector privado, con los ciudadanos y con los organismos de salud”, expresó.
Lo mismo sucede con la interoperabilidad. Tejerina explicó que el 54% de los países de la región poseen legislaciones sobre la interoperabilidad, sin embargo definen vagamente su normativa. Algunos hablan de la utilización de estándares, otros simplemente mencionan el término y en otros casos únicamente se proponen buscar la interoperabilidad entre los sistemas de salud. “Entonces, si vemos ese 54%, de nuevo, debemos profundizar en el tipo de reglamentaciones que establece cada país y confirmar la veracidad de sus postulados”.
Estrategias
“Cuando hablamos de las estrategias, uno comienza a ver un esquema que toma una forma matricial”, explicó Tejerina. Se refiere a la alineación de dos estrategias centrales en la reforma digital peruana: las nacionales digitales (dadas por los interventores del área, es decir, los Ministerios de Innovación y Tecnología) y las estrategias de salud (promovidas por el Ministerio de Salud).
Es decir, la táctica debe centrarse en la articulación de ambas estrategias, para lograr, en este cruce, formular la estrategia de salud digital. “Entonces –explica Tejerina- debe haber un equilibrio entre ambas agendas. Pero es importante que tengamos en cuenta que el fin de todo esto es tener resultados en los servicios de salud. Al fin de cuentas, la tecnología tiene que apoyar a la salud de los ciudadanos, reducir mortalidades, mejorar la salud de la población”.
En cuanto a las restricciones fiscales, Tejerina explicó que «si bien Perú destinó un 10% del PBI a combatir la pandemia, las limitaciones económicas pueden sortearse alineando las estrategias». Y es que digitalizar hospitales o crear herramientas que generen un mejor acceso de los pacientes a la información sanitaria son decisiones que suponen, para empezar, grandes inversiones en conectividad.
Por su parte, Marushka Chocobar explicó que aún hay un 47% de la población peruana sin conexión. “Por eso es importante, para la reforma digital de salud, la alineación con las iniciativas gubernamentales: para que se logre una sinergia entre lo que se va a hacer en el sector de la salud y a nivel nacional en términos de inversión en el sector digital”, explicó Tejerina. De no ser así, el tiempo y los recursos invertidos terminarían por desaprovecharse.
Fuentes:
https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/748265/PERU_AgendaDigitalBicentenario_2021.pdf