Por Matías A. Loewy
En “la ciudad de la insulina”, las instalaciones en Frankfurt de la farmacéutica Sanofi donde se produce la hormona desde hace casi un siglo, un ejecutivo muestra a un grupo de periodistas una línea de tiempo con todos los lanzamientos de la empresa para la diabetes desde el 2000 y las proyecciones para más allá del 2020. Pero entre la decena de fármacos, hay un único producto del laboratorio que no lo es. Se llama “Onduo”, y es un joint-venture con una compañía de Google (Verily Life Sciences) para ofrecer a los pacientes una plataforma de gestión integral de la diabetes que combina dispositivos, software, medicamentos y atención profesional. La nueva compañía de salud digital fue formada en 2016 y apunta a “mejorar los resultados clínicos, lograr monitoreos en tiempo real, involucrar mejor a los pacientes, aumentar la eficiencia de los servicios de salud y reducir los costos totales”, aseguró Gustavo Pesquín, responsable global de Diabetes para Mercados Emergentes de Sanofi.
El caso de Onduo es un exponente de la creciente transformación digital del cuidado de la diabetes, una enfermedad que afecta uno de cada once adultos en el mundo. La iniciativa también grafica cómo se empiezan a sumar a esa revolución actores no tradicionales, aunque los motivos son comprensibles: como señaló el asesor en inversión digital Marc Sluijs a la revista “The Economist”, las compañías farmacéuticas que no pongan en el centro de su estrategia a los pacientes, y sí a la venta de sus medicamentos, corren el riesgo de perder relevancia.
La diabetes es una enfermedad crónica particularmente propicia para intervenciones de salud digital que puedan hacer una diferencia. Los pacientes requieren adherir a programas de alimentación y actividad física, realizar frecuentes monitoreos de su glucemia, controlar la presión arterial y el colesterol y respetar esquemas específicos de medicación cuyo gasto global, para 2040, va a crecer de 637 mil millones a 802 mil millones de dólares. El manejo de las complicaciones también impone una carga para los sistemas de salud: se calcula que el gasto anual de atención per cápita en personas con diabetes quintuplica el de quienes no la tienen. Aún así, la proporción de pacientes con valores de glucemia bajo control puede ser inferior al 20-30 por ciento, cifra que se reduce incluso más cuando se consideran otras metas del tratamiento.
Para revertir esa situación, uno de los enfoques digitales más ensayados y de menor costo consiste en el envío de mensajes al teléfono celular para reforzar el autocuidado de la diabetes. Una experiencia reciente en latinos de Estados Unidos, publicada en la revista Diabetes Care, mostró que la recepción de tres mensajes de texto estructurados diarios, con finalidad motivacional, educativa o de consejo de medicamentos, a lo largo de seis meses, se asoció a una reducción significativa (de 9,5 a 8,5%) en los niveles de hemoglobina glicosilada o HbA1c: una especie de sensor del control del azúcar en sangre a lo largo del tiempo. En el grupo control no se registraron mejoras. Sin embargo, otros estudios sugieren que los mensajes en ambas direcciones (no automáticos) son más efectivos para involucrar a los pacientes en su cuidado.
Abordajes más elaborados integran los mensajes “personalizados” a sistemas que miden la glucemia, como Telcare, aprobado por la FDA en 2011, que procesa y registra la información para que sea fácilmente accesible por pacientes, médicos, educadores, familiares o sistemas de salud. Sin embargo, un artículo publicado en junio pasado en la revista JAMA señaló que no se pudieron documentar diferencias en el control de los pacientes que usaron esta herramienta tecnológica en comparación con quienes recibieron la atención tradicional.
Telcare no está tan avanzado en lo que respecta a la interacción con los pacientes. Y muchas apps móviles en el mercado todavía tienen un largo camino por recorrer. En un estudio sobre 166 pacientes de Medicaid con la app Care4Life de Wellpass, que realiza un seguimiento de los datos de azúcar en la sangre y la presión arterial, brinda mensajes recordatorios sobre medicamentos y visitas médicas y ofrece consejos sobre nutrición y ejercicio, se pudo comprobar que la aplicación ayuda a reducir la HbA1c. Sin embargo, los resultados no fueron tan consistentes como cuando también participaron agentes sanitarios, tal cual se presentó en el último congreso de la American Diabetes Association (ADA), en San Diego.
Otras empresas, como Ascensia y Voluntis, están trabajando en aplicaciones que reciban por bluetooth los datos de glucómetros y permitan lecturas de glucosa en sangre para calcular la dosificación de insulina; Interfaces de voz que permitan acceder a los datos de glucemia y otra información para personas con dificultades de visión o neuropatías avanzadas (One Drop Medical); Sistemas digitales que mejoren la titulación de insulina (Hygieia & iSage); o plataformas que monitorean y avisan cuando la insulina no está a la temperatura que debiera (MedAngel).
Por su parte, la inteligencia artificial (IA) alberga la promesa de potenciar los resultados clínicos y metabólicos o prevenir la enfermedad en personas en riesgo. Medtronic está trabajando en un agente de IA de IBM, llamado Sugar IQ, que puede proporcionar información a las personas con diabetes basándose en la historia de sus dosis de insulina, lecturas de azúcar en la sangre y comportamientos tales como comer, dormir y hacer ejercicio. Durante la reunión en la ADA, la directora de innovación de la compañía, Huzefa Neemuchwala, mostró resultados preliminares alentadores de las pruebas y señaló que la aplicación tarda pocos días en detectar tendencias y proponer cambios o ajustes individualizados. En tanto, el uso de la aplicación Lark Weight Loss Health Coach AI logró bajar un 2,38 % el peso e incrementar un 31% las comidas saludables que se ingieren, según un nuevo estudio en personas con prediabetes que publicó la revista “Journal of Medical Internet Research”. “Lo mejor de la IA es que es infinitamente escalable”, celebró la CEO y cofundadora de Lark, Julia Hu, en declaraciones a “MobiHealthNews”.
Otra área que muestra un amplio margen para desarrollos que cambien la vida de los pacientes y faciliten la adhesión a las indicaciones médicas son los dispositivos de monitoreo continuo de la glucemia, que no requieren pinchazos. Según el sitio CNCB.com, Apple está trabajando en un desarrollo de sensores que registren de manera continua y no invasiva los niveles de azúcar en sangre. En tanto, la compañía DexCom, que ya tiene un monitor en el mercado que usa un sensor justo debajo de la piel, anunció la unión con Fitbit para desarrollar un “tracker” o reloj inteligente que monitoree la glucemia, además de la frecuencia cardíaca, la oxigenación de la sangre y la actividad física. El producto podría salir al mercado en algún momento del 2018.
Fuentes:
http://www.pmlive.com/pharma_news/dexcom_and_fitbit_team_up_to_tackle_diabetes_management_1210340
http://care.diabetesjournals.org/content/40/10/1349.long