Por Fabiana B. Taboada
En una de las conferencias, Fernán González Bernaldo de Quirós, vicedirector médico de Planeamiento Estratégico del Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA), se focalizó en la informatización clínica de una red de cuidados progresivos en el ámbito público del área metropolitana de Buenos Aires. Señaló que existe una mala relación entre dónde está la gente y dónde están los hospitales: en la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, hay 7 camas cada 1.000 habitantes, mientras que en La Matanza la proporción cae a 0,93 camas/1.000 habitantes, lo que motiva a sus habitantes a buscar atención en otros distritos. “En vez de poner los servicios que corresponde, ponemos los servicios donde a cada uno le parece y vemos que la gente los encuentre como si fuera la búsqueda del tesoro”, aseguró.
González Bernaldo de Quirós comentó la Estrategia Nacional de Salud Digital 2018-2034 y consideró cinco componentes centrales para su implementación: historia clínica única, gestión de encuentro y agendamiento, historia integral de salud, sistema de reportes y mesa de ayuda. Entre los avances, destacó que la historia clínica electrónica (HCE) finalizó su implementación en el primer nivel de atención de la Ciudad de Buenos Aires (1000 consultorios y 32 hospitales) y que se está trabajando ahora en 17 municipios de Conurbano. “Hemos desarrollado una estrategia de integración y acompañamiento a la agenda nacional transnivel, no solo compartiendo datos por interoperabilidad sino acordando qué tipo de dato, metadatos, estrategia y nivel de seguridad y calidad se requiere para los diferentes niveles de gobierno”, destacó.
Alejandro López Osornio, director de Sistemas de Información en Salud del Ministerio de Salud y Desarrollo Social (MSyDS) de Argentina, expuso el proyecto nacional de interoperabilidad. “La estrategia es que cada uno tenga libertad para elegir la tecnología, pueda desarrollar o comparar su aplicación y adaptarla a su necesidad. Pero para integrar un ecosistema tan diverso es necesario acordar estándares y disponer de una estructura central que conecte estos sistemas: este es el bus de interoperabilidad SaludDigital.AR”, cuyas funciones básicas tienen que ver con identificar el paciente y compartir documentos clínicos, recetas u ordenes cuidando su privacidad y seguridad. El funcionario agregó que, en conjunto con el HIBA y HL7 Argentina, el Ministerio está trabajando en definir los estándares y el diseño de la plataforma tecnológica moderna escalable centralizada para intercambiar documentos.
“La transformación y atención de los pacientes depende de las provincias. Nosotros, desde el nivel nacional, podemos dar recomendaciones, generar el marco normativo y acompañarlos”, expresó en tanto Daniel Rizzato Lede, director de Desarrollos de Sistemas informáticos Sanitarios del MSyDS, quien moderó un panel en el que funcionarios de Corrientes y Misiones disertaron sobre adaptaciones del Índice Maestro de Pacientes (MPI) al Federador Nacional de Personas que procura unir los diferentes sistemas de identificación provinciales entre sí y con el nivel nacional. “MPI para nosotros es muy importante dado que, en un sistema de salud pública, tenemos que dar garantía a la persona de quién es para cargar la HCE, hacer su seguimiento y permitir que las personas que se atienden en la provincia puedan ser parte de un sistema nacional de historia clínica”, subrayó Fabián Medina, director de Sistemas del Ministerio de Salud de Corrientes. En tanto, la ingeniera Bettina Petrella, directora de Sistemas del Ministerio de Salud de Misiones, coincidió con su colega en la necesidad de conectividad y capacitación del recurso humano y anticipó que sus objetivos para el próximo año son garantizar la implementación de servicios centralizados y asegurar auditoria de calidad de datos real y efectiva.
Telesalud y terminologías
La telesalud abarca todas las acciones de salud facilitadas por las nuevas tecnologías de la información y comunicación para superar las barreras geográficas, sociales y culturales del sistema de salud. Así lo manifestó Emiliano López, coordinador nacional de Telesalud del MSyDS de Argentina, quien aseguró que el programa que lidera tiene como objetivo que los pacientes y profesionales “puedan acceder a consultas, educación, recursos y cuidados a distancia”. Señaló que se hicieron más de 8000 teleconsultas y presentó metas para el 2024, incluyendo que la mitad de todos los establecimientos de salud del país estén integrados como nodos a la Red Nacional de Telesalud; la planificación e implementación participativa; la obtención de evidencias a partir de resultados y buenas practicas; la apropiación de la telesalud en los equipos de salud; la capilaridad a los CAPs y comunidad; el atendimiento de aspectos legales e incentivos financieros; la integración de los procesos y tecnologías a los registros médicos electrónicos.
En el track Terminología, especialistas de Chile, Uruguay y Argentina compartieron dos paneles de estrategias nacionales. En el primero de ellos, sobre Diccionario de fármacos, participó Alejandra Lozano, médica referente de Terminologías y Estándares Clínicos del Ministerio de Salud de Chile, quien destacó el camino recorrido para llegar a tener extensiones nacionales de fármacos del estándar Snomed CT. Manifestó esperar que “los estándares y la terminología sean utilizados por organizaciones públicas y mundo privado, porque necesitamos interoperar”. Y planteó algunos desafíos: que el capital humano tenga calidad y competencia, que existan voluntades políticas para empoderar proyectos, y que haya colaboración y trabajo en equipos multidisciplinarios.
Otro de los expositores, Lino Bessonart, coordinador del Área de Sistemas Verticales del Programa Salud.uy de la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento de Uruguay (AGESIC), presentó la plataforma HCEN (Historia Clínica Electrónica Nacional) de intercambio de información cuyo objetivo, dijo, es la continuidad de atención de las personas. “Si queremos intercambiar información entre sistemas de información en salud y que esa información sea entendida por los sistemas y brindada correctamente al equipo de salud, era necesario tener terminología, diccionarios, traductores entre los sistemas”, argumentó.
Bessonart recordó la definición de diccionario de medicamentos como “una representación consistente de conceptos de medicación en varios niveles de detalle y con significativa relación entre los conceptos, de forma tal que pueda apoyar los diferentes procesos en la asistencia de salud en los cuales la medicación juega un rol”. Y explicó que el Diccionario Nacional de Medicamentos y Afines (DNMA) desarrollado por el Programa Salud.uy en conjunto con el Departamento de Medicamentos del Ministerio de Salud de su país utilizó el estándar Snomed CT, que permite que los productos (medicamentos registrados o lanzados al mercado) sean identificados de forma unívoca y posibilita la interoperabilidad de la información entre distintas organizaciones y niveles de aplicación.
Por su parte, la médica Ines Otegui, consultora en Modelo de Datos, habló en representación del MSyDS de Argentina y declaró que buscan generar un diccionario nacional de medicamentos codificado con el estándar Snomed CT y que, “en ese modelo hay que representar no solo un código, o una descripción por producto comercial, sino también un modelado de ese producto definiendo cada atributo”.
El segundo de los paneles abordó iniciativas en Receta Electrónica en la región. La médica chilena Lozano aseguró que su país tiene una ley que ampara la receta electrónica y contó el avance de proyectos para extender esa práctica en establecimientos de salud. El Ing. en computación Mauricio Bouza, líder de proyectos del Programa Salud.uy de Uruguay, enfatizó la necesidad de modificar la normativa que obliga al uso de papel de modo tal de posibilitar experiencias pilotos en instituciones públicas y privadas. Y la necesidad de una Ley de Firma Digital que elimine las incertidumbres fue planteada por Rizzato Lede, del MSyDS de Argentina. “No es ilegal tener receta digital. Pero es necesario un marco normativo regulatorio para que haya seguridad jurídica y que la gente no tenga miedo de hacer o recibir una receta”, sostuvo.