Digitalización de la salud brasileña: el año de la inteligencia artificial y el desafío de la inclusión

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«Mientras la inteligencia artificial avanza para redefinir el futuro de la atención médica, la mayoría de los hospitales brasileños todavía luchan por lograr lo básico: la digitalización». En esta columna de Felipe Cezar Cabral y Evandro Moraes, una visión general del estado de la Salud Digital en Brasil al cierre de 2024.

Por Felipe Cezar Cabral* y Evandro Moraes**

Si 2024 fuera una historia contada en la pantalla del cine, la inteligencia artificial (IA) ocuparía el papel principal, abandonando su condición de promesa para afirmarse como fuerza creativa y transformadora. A lo largo del año, las máquinas pasaron de habitar el campo de las ideas a conquistar espacios concretos en consultorios médicos, hospitales y sistemas de salud. Este movimiento no sólo redefinió lo que entendemos por eficiencia y conocimiento, sino que también puso en duda la exclusividad humana sobre el razonamiento sofisticado. A partir de este momento, la IA no es sólo una herramienta: es un eje sobre el que comienza a girar el futuro de la atención sanitaria.

En un contexto más amplio, algunos expertos consideran que estamos ante lo que llaman «el cuarto golpe narcisista” de la humanidad. Según esta teoría, la evolución de los LLM representa un momento en el que las máquinas, por primera vez, son capaces de realizar de manera eficiente tareas que antes considerábamos exclusivamente humanas: la comunicación, la creatividad y la capacidad de aprendizaje autónomo. Así como Copérnico cuestionó la centralidad de la Tierra, Darwin cuestionó la supremacía humana en el reino animal y Freud reveló el papel del inconsciente, la IA nos obliga a enfrentar la posibilidad de que ya no seamos los únicos poseedores de un razonamiento sofisticado.

En salud, los impactos de estas innovaciones son inmensurables. Ya se están utilizando herramientas de inteligencia artificial para analizar imágenes médicas, predecir epidemias, personalizar tratamientos e incluso optimizar la asignación de recursos hospitalarios. Pero mientras la IA avanza a un ritmo rápido a nivel mundial, la realidad de la atención sanitaria brasileña revela un contraste desafiante. Y es que…

«Mientras la inteligencia artificial avanza para redefinir el futuro de la atención médica, la mayoría de los hospitales brasileños todavía luchan por lograr lo básico: la digitalización».

Brasil tiene aproximadamente 7.500 hospitales, pero menos de 500 cuentan con certificaciones que avalan la calidad de la atención y la seguridad del paciente. Además, alrededor del 60% de los ingresos hospitalarios del país se concentran en sólo 150 hospitales. La gran mayoría de las instituciones todavía operan en sistemas analógicos o digitales fragmentados, lo que impide la interoperabilidad y limita el potencial de las tecnologías avanzadas. Este escenario no solo restringe la capacidad del sistema de salud brasileño para absorber los beneficios de la IA, sino que también aumenta el riesgo de aumentar las desigualdades en el acceso y la calidad del tratamiento.

En el sector público, 2024 trajo un movimiento relevante con el lanzamiento del Programa SUS Digital, que tiene como objetivo modernizar la infraestructura tecnológica del Sistema Único de Salud (SUS). Estructurado en torno a tres pilares –fomento de la cultura digital, implementación de soluciones tecnológicas e interoperabilidad de datos–, el programa busca reducir las desigualdades regionales y mejorar la eficiencia del sistema a través de la digitalización de los procesos y una mayor integración entre los niveles de atención.

Entre las principales acciones se encuentran la adopción de registros médicos electrónicos interoperables, la expansión de la telemedicina y el uso de la Red Nacional de Datos en Salud (RNDS). Estas medidas representan un esfuerzo por alinear el SUS con las demandas contemporáneas, promoviendo un mayor acceso y continuidad de la atención, especialmente en las regiones más vulnerables.

En este movimiento, la telemedicina se ha consolidado tanto en el sector público como en el privado como una herramienta esencial para ampliar el acceso a una atención de calidad, llevar especialistas a áreas que antes no estaban atendidas y reducir las barreras geográficas. A pesar de esto, la viabilidad económica sigue siendo un desafío importante: mantener la infraestructura tecnológica, capacitar a los equipos, garantizar la seguridad de la información e involucrar a los pacientes requiere inversiones constantes. Sin un modelo sostenible, es posible que la telemedicina no alcance todo su potencial transformador.

Aunque SUS Digital es un paso importante, no es disruptivo. Su impacto está más relacionado con corregir distorsiones históricas que con revolucionar el sector. Aún es necesario enfrentar desafíos como infraestructura limitada, baja conectividad y resistencia a la adopción de nuevas tecnologías para que el programa alcance su máximo potencial y contribuya a la transformación de la salud pública en Brasil.

“La innovación en la atención sanitaria es más que tecnología; es la capacidad de transformar el acceso en atención y la atención en impacto”.

En el otro extremo del espectro, encontramos grandes instituciones en Brasil que lideran la inversión en tecnología, digitalización e innovación. En el Hospital Moinhos de Vento, considerado uno de los 3 mejores hospitales de Brasil, el año 2024 destacó la importancia de iniciativas estratégicas para fortalecer la gobernanza de datos, avanzar en la interoperabilidad y explorar el potencial de la inteligencia artificial en diversos aspectos de las operaciones hospitalarias. Entre los principales avances se encuentran el uso de IA para mejorar el acceso a los servicios, aumentar la rotación de camas, transcribir citas médicas, apoyar diagnósticos y, en el área administrativa, aumentar significativamente la productividad.

Sin embargo, los avances en la digitalización de la atención sanitaria estuvieron acompañados por un aumento significativo de los ataques virtuales. Grandes empresas del sector fueron blanco de ciberataques, poniendo de relieve la vulnerabilidad de los sistemas digitales y la urgencia de fortalecer la seguridad de los datos, con mayores inversiones en soluciones de recuperación ante desastres (DR), monitoreo avanzado y protocolos de protección de la información más sólidos.

A fines de 2024, en Brasil, el sector comenzó a discutir más ampliamente la necesidad de integrar la ciberseguridad como pilar esencial de la transformación digital. Para que los avances en digitalización e innovación sean sostenibles, será crucial invertir en tecnología pero también proteger las infraestructuras contra amenazas que pueden comprometer no solo los datos, sino vidas.

«La verdadera revolución digital en la atención sanitaria no es una carrera por la tecnología, sino un viaje hacia la equidad y la seguridad».

Si bien 2024 se celebra como el año de la Inteligencia Artificial, también expuso las desigualdades estructurales del sector de la salud en Brasil. Asi como las grandes instituciones han avanzado en proyectos de interoperabilidad, inteligencia artificial y optimización de procesos administrativos, una porción importante del sistema de salud permanece fuera de esta revolución tecnológica, operando en un contexto aún analógico y fragmentado. El contraste es marcado y refuerza una dura realidad: la evolución tecnológica de la salud no puede construirse sobre cimientos frágiles o promesas de soluciones instantáneas.

El año reveló, con incómoda claridad, que la transformación digital en el sector no vendrá de inspiradores hackatones o del modelo acelerado de las llamadas organizaciones exponenciales. Estos movimientos, a menudo guiados por una lógica de rápido crecimiento, han demostrado ser insuficientes para hacer frente a la complejidad, los desafíos regulatorios y las demandas éticas de la atención sanitaria. En cambio, el futuro requiere una construcción sólida, arraigada en grandes instituciones que ya tienen la responsabilidad de operar a escala, pero con seguridad y calidad.

Estas instituciones deben liderar con una visión que combine la innovación tecnológica, la sostenibilidad y un compromiso inquebrantable con la seguridad de los datos y la calidad de la atención. A medida que la inteligencia artificial redefine lo que es posible, también lo hace la necesidad de proteger los sistemas contra las ciberamenazas, garantizar la interoperabilidad de los datos y, sobre todo, garantizar que los avances tecnológicos beneficien a todos.

A medida que se cierra el año 2024, la lección es clara: la tecnología por sí sola no es suficiente. Es necesario actuar sobre las grandes brechas, haciendo de la inclusión, la seguridad y la sostenibilidad prioridades inevitables. En 2025, y en los años siguientes, la agenda debe ir más allá de la inspiración y la promesa, requiriendo inversiones estructurantes, capacitación profesional y un marco regulatorio que garantice calidad y equidad.

La verdadera revolución digital en la salud brasileña no se medirá por la velocidad del progreso tecnológico, sino por la profundidad de su transformación social: un futuro en el que la inteligencia artificial sirva como herramienta para democratizar la atención y no como un vínculo más para reforzar las desigualdades.

*Gerente Médico de Salud Digital del Hospital Moinhos de Vento
**Superintendente Administrativo del Hospital Moinhos de Vento

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