Para debatir y enumerar tendencias en la transformación del sector, especialmente en las áreas de oncología y neurología, el Hospital Moinhos de Vento reunió a su personal clínico y colaboradores en una jornada sobre el tema.
El Coordinador de Telemedicina de la institución, Felipe Cezar Cabral inauguró la jornada y dijo que «Moinhos de Vento, en los últimos años, ha estado invirtiendo en innovación como una forma de calificar nuestro servicio y difundir nuestra excelencia».
Asimismo, el coordinador presentó casos de éxito en el uso de la telemedicina en iniciativas dirigidas por el hospital, en asociación con el Ministerio de Salud, a través del Programa de Apoyo al Desarrollo Institucional del SUS (Proadi-SUS).
El proyecto TeleUTIP, por ejemplo, calificó la atención pediátrica en varias ciudades brasileñas, evaluando de forma remota a pacientes hospitalizados en Ceará, Tocantins y Río de Janeiro. «Redujimos la mortalidad del 21% al 9.8% en algunas unidades. Cuando hacemos la transformación digital, combinamos calidad profesional con tecnología y generamos más acceso a la salud», dijo.
App para pacientes con cáncer
Oncóloga y emprendedora, la doctora Alessandra Morelle desarrolló una aplicación de seguimiento oncológico. Con un lenguaje accesible y una interfaz fácil de usar, el software Tummi permite al paciente registrar los síntomas, controlar la medicación y programar citas. A los médicos les proporciona un informe completo con un resumen del comportamiento.
Para Alessandra, las aplicaciones de monitoreo permiten un mayor poder de reacción para los profesionales de la salud a partir del «registro médico en línea». «Para el equipo de salud, hay un monitoreo activo y constante. El paciente, a su vez, está menos ansioso y se siente más seguro», dijo. El sistema es utilizado por el personal clínico, lo que acelera y facilita la atención.
La oncóloga también destacó la importancia de recopilar información para avanzar en la atención en el área. «De alguna manera necesitamos encontrar mejores datos para calificar la atención y reducir los riesgos del tratamiento. Hoy, solo el 3% de los pacientes con cáncer en los Estados Unidos participan en los estudios. Es un número muy bajo», concluyó.
Tecnología para la vida
Monitorear el sueño, la actividad cardíaca y el embarazo, así como contar los pasos y controlar la glucosa, son algunas de las actividades que realizan las aplicaciones disponibles para la población. Según Pedro Schestatsky, hay más de 40,000 aplicaciones, así como docenas de dispositivos portátiles, que permiten a los usuarios monitorear su salud diariamente. «Pasamos de la medicina tradicional a la medicina tecnológica», dijo.
El neurólogo trazó la evolución de la tecnología desde 1974 hasta el presente, pasando por las fases de digitalización, engaño, interrupción, desmonetización, desmaterialización y democratización. «Estas son las 6D de la tecnología exponencial», explicó. Las herramientas nuevas, más accesibles y fáciles de usar, dijo, están haciendo que el paciente sea un ser proactivo en lugar de reactivo.
Schestatsky recordó que para hacer un análisis del genoma humano en la década de 1990, el costo era de U$S 2.7 mil millones. Hoy se puede hacer este estudio por alrededor de U$S 1,500. «Así como las tecnologías están aumentando exponencialmente, los precios están cayendo. De ahí la interrupción y la democratización», concluyó el especialista.
Fuente: molinos de viento
Para debater e apontar tendências sobre a transformação do setor, em especial nas áreas de oncologia e neurologia, o Hospital Moinhos de Vento reuniu o corpo clínico e colaboradores para um Grand Round sobre o tema.
O encontro teve como painelistas o Coordenador de Telemedicina da instituição, Felipe Cezar Cabral, e os médicos Pedro Schestatsky e Alessandra Morelle. «O Moinhos de Vento, nos últimos anos, vem investindo na inovação como forma de qualificar o nosso atendimento e disseminar nossa excelência», destacou Cabral na abertura do evento.
O coordenador expôs cases bem-sucedidos do uso da telemedicina em iniciativas capitaneadas pelo hospital, dentro da parceria com o Ministério da Saúde através do Programa de Apoio ao Desenvolvimento Institucional do SUS (Proadi-SUS).
O projeto TeleUTIP, por exemplo, qualificou a assistência pediátrica em diversas cidades do Brasil, avaliando de forma remota pacientes internados no Ceará, Tocantins e Rio de Janeiro. «Reduzimos a mortalidade de 21% para 9,8% em algumas unidades. Quando fazemos a transformação digital, aliamos a qualidade do profissional com a tecnologia e ampliamos o acesso à saúde», ressaltou.
Aplicativo para pacientes oncológicos
Médica oncologista e empreendedora, Alessandra Morelle desenvolveu um aplicativo de acompanhamento oncológico. Com linguagem acessível e interface amigável, o software Tummi permite ao paciente o registro de sintomas, monitoramento de medicamentos e agendamento de compromissos. Aos médicos, fornece um relatório completo, com o resumo do comportamento.
Para Alessandra, os aplicativos de monitoramento possibilitam um poder de reação maior aos profissionais da saúde a partir de uma espécie de «prontuário clínico online». «Para a equipe da saúde, há um monitoramento ativo e constante. O paciente, por sua vez, fica menos ansioso e se sente mais seguro», esclareceu. O sistema é utilizado pelo corpo clínico, o que agiliza e facilita o atendimento.
A oncologista destacou ainda a importância da coleta de informações para o avanço do atendimento na área. «Precisamos, de alguma maneira, encontrar dados melhores para qualificar o atendimento e reduzir os riscos do tratamento. Hoje, apenas 3% dos pacientes em terapia oncológica, nos Estados Unidos, participam de estudos. É um número muito baixo», frisou.
Tecnologia em favor da vida
Monitorar sono, atividade cardíaca e gestação, além de contar os passos e controlar a glicose, são algumas das atividades realizadas por aplicativos disponíveis à população. De acordo com Pedro Schestatsky, há mais de 40 mil apps, além de dezenas de wearables, que permitem ao usuário acompanhar diariamente sua saúde. «Passamos da medicina tradicional para a medicina tecnológica», apontou.
O neurologista traçou uma linha da evolução da tecnologia, de 1974 até os dias de hoje – passando pelas fases da digitalização, decepção, disrupção, desmonetização, desmaterialização e democratização. «Estes são os 6Ds da tecnologia exponencial», explicou. Novas ferramentas mais acessíveis e fáceis de usar, segundo ele, estão tornando o paciente um ser proativo, e não mais reativo.
Schestatsky lembrou que para fazer a análise de um genoma humano, nos anos 90, o custo equivalia a US$ 2,7 bilhões. Hoje é possível fazer esse estudo por aproximadamente US$ 1,5 mil. «Da mesma maneira que as tecnologias estão aumentando exponencialmente, os preços estão diminuindo. Daí a disrupção e a democratização», concluiu o neurologista.
Fonte: Moinhos de Vento