Por Matías A. Loewy
La habilidad de los sistemas de inteligencia artificial (IA) para analizar sin sesgos un inmenso volumen de datos y ayudar a tomar decisiones clínicas fue uno de los ejes centrales del Forbes Healthcare Summit Argentina 2018: la primera edición local de un evento que, en Estados Unidos, desde 2012 convocó a más de 2000 empresarios, médicos, legisladores, pacientes y científicos para abordar los principales desafíos de conciliar la atención médica de calidad con la sustentabilidad financiera.
“La inteligencia artificial tiene un potencial gigantesco: sirve para extraer información valiosa en océanos de datos, para hacer conexiones entre mundos de información y para quitar el sesgo que a veces tenemos las personas. Sin embargo, no puede ni por asomo aplicar el sentido común, tener decisiones morales y resolver dilemas como puede hacerlo una persona”, sostuvo Guillermo Bastianon, líder de IBM Watson Health para América Latina, durante el panel “Inteligencia artificial, Big Data y la medicina de las máquinas”, que abrió el encuentro.
Otro de los expositores del panel, el médico Javier Divinsky, director de la Unidad de Salud de Cognitiva, destacó que “hoy por hoy, un médico para estar más o menos actualizado necesita 29 horas al día de lectura. Las dos malas noticias son que el día tiene 24 horas; y que ningún médico dedicaría todo el día a leer”. En ese sentido, dijo que la computación cognitiva puede servir de ayuda porque es capaz de analizar grandes volúmenes de datos y sugerir desde diagnósticos hasta tratamientos. “Pero el médico siempre va a poder decir si está de acuerdo o no”, resaltó.
Otros ejes de discusión del encuentro fueron la pandemia de diabetes, las perspectivas de prevención y el desafío de involucrar a los pacientes en el cuidado de su salud; la regulación de los ensayos clínicos en Argentina; y el impacto de la expansión de los medicamentos biológicos sobre diversas enfermedades y los presupuestos de los sistemas de salud.
También participó de una entrevista pública el Ministro de Salud argentino, Adolfo Rubinstein, quien sostuvo que el 10% del PBI que gasta el país en salud no se traduce en resultados sanitarios acordes y definió a la obesidad infantil como una de las principales preocupaciones desde la perspectiva de salud pública. Asimismo, Rubinstein defendió la iniciativa de una agencia nacional de evaluación de tecnologías sanitarias, que sirva para orientar bajo criterios técnicos la decisión de que el Estado cubra o no nuevos medicamentos o dispositivos, el porcentaje de cobertura y las circunstancias clínicas para su indicación. “La agencia va a emitir recomendaciones, pero que probablemente vayan a tener una fuerza de vinculación muy importante”, enfatizó.