El Dr. Daniel Rizzato Lede, consultor internacional de la OPS para la digitalización de la vigilancia de efectos adversos posteriores a vacunación, explica de que se trata este proyecto que utiliza HL7 FHIR y que planea abarcar a todos los países de la Región.
Por Pablo Pereyra Murray
Daniel Rizzato Lede, médico argentino, especializado en Medicina Interna y en Salud Digital, fue nombrado en Junio de este año consultor internacional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para un proyecto de digitalización de la vigilancia de efectos adversos posteriores a vacunación (conocido como ESAVI) específicamente para vacunas contra COVID-19 en América.
El proyecto sigue los ejemplos de la Unidad de Información de Salud Digital de la OMS, por lo que la OPS desplegará un servidor centralizado HL7 FHIR (Fast Healthcare Interoperability Resources) para estandarizar el intercambio y la gestión de la información sobre farmacovigilancia de las vacunas contra COVID-19.
El objetivo del actual proyecto es lograr que la notificación de estos eventos adveros sea casi en tiempo real y automática mediante la interoperabilidad entre los distinto sistemas.
La notificación espontánea y eficaz de “Eventos Supuestamente Atribuibles a Vacunación o Inmunización” (ESAVI) es el primer paso para garantizar que las vacunas sean y se administren de forma segura. Las reacciones graves después de la vacunación son extremadamente raras, por lo que los países han unido fuerzas para agrupar sus datos ESAVI en bases de datos regionales y/o globales. Durante la pandemia de COVID-19, el proceso de recopilación de datos sobre la seguridad de las vacunas resultó ser un desafío para la región de las Américas.
Este proyecto está alineado con la Hoja de Ruta de la OPS para la Transformación Digital del Sector Salud en la Región de las Américas, aprobada en el 59 Consejo Directivo (73 período de sesiones del Comité Regional de la OMS para las Américas); especialmente con 2 de los 8 principios rectores: interoperabilidad y arquitectura para salud pública.
El desafío es importante: según una encuesta de OPS solo el 17% de los 42 países de la Región disponen de Sistemas Nacionales integrados para la vigilancia de ESAVI.
“El primer eje de la iniciativa es la capacitación”, dice Rizzato Lede, y agrega que recientemente, cien referentes en Salud Pública de los países comenzaron un curso sobre fundamentos de la conectividad FHIR de HL7.
FHIR (Fast Healthcare Interoperability Resources) es el último estándar de intercambio de datos en salud desarrollado por la organización HL7 Internacional. Su uso permite el intercambio de datos tanto entre historias clínicas electrónicas y otros sistemas de información al interior de un país, como así también entre distintos actores internacionales. Un ejemplo de esta última instancia, es el certificado digital internacional de vacunación promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“FHIR está en auge en la región”, explica Rizzato Lede, y respecto al proyecto de la OPS, dice que “es una prueba de concepto para demostrar las ventajas del estándar FHIR aplicado a la salud pública”. El objetivo es empezar la prueba piloto en Abril de 2022 con los primeros cinco países y luego extender el proyecto a toda la Región.
El primer paso, en curso, es la creación de una guía de implementación FIHR que especifica los lineamientos para el reporte estandarizado de ESAVIS. En paralelo, se seleccionó un equipo a nivel central (OPS) el cual se está capacitando mediante cursos y entrenamiento con expertos de HL7. De cara a los países, comenzaron cursos de capacitación en FHIR para los referentes de sistemas de los Ministerios de Salud de los Ministerios de Salud y Agencias Reguladoras de Medicamentos, con el objetivo que el Sistema de Información en Salud Pública (PHIS) de cada país pueda generar un mensaje FHIR estandarizado y enviarlo al servidor FHIR en la Plataforma de Información para la Salud de la OPS (PLISA) donde se almacenarán y procesarán los datos.
Desde un punto de vista semántico, la vigilancia de la seguridad de vacunas necesita la adopción de codificaciones internacionales como WHODrug y MedDRA (ampliamente utilizadas en farmacovigilancia), ICD-10 e ICD-11, SNOMED CT y SNOMED GPS, entre otros. Su adopción dependerá del consenso regional y de la normativa de cada país sobre los estándares que se utilizarán en el ámbito sanitario. La CIE-10 y la CIE-11 son las dos últimas versiones de la Clasificación Internacional de Enfermedades publicada por la OMS para generar estadísticas de morbilidad y mortalidad comparables entre distintos países.
En paralelo, y para apoyar a aquellos países que no poseen ningún sistema para sostener esta vigilancia, la OPS realizó un convenio con la Universidad de Oslo para adaptar una herramienta de código abierto llamada DHIS2. El resultado es un nuevo módulo “Tracker de ESAVI” que cumple con todos los requisitos para convertirse en el sistema nacional de vigilancia de ESAVI de aquellos países que deseen instalarlo.
“La colaboración con las Autoridades Regulatorias de Medicamentos y Ministerios de Salud Pública de los países, quienes son los responsables primarios de las farmacovigilancia de vacunas, es fundamental”, explica Rizzato Lede. “Gracias a eso se dispondrá además de un sistema de vigilancia activa en cuarenta hospitales de catorce países que informarán tanto a la OPS como a las autoridades sanitarias locales sobre posibles efectos adversos derivados de las vacunaciones COVID-19 en menos de 48 horas”.
A modo de cierre, Rizzato Lede destaca la importancia de poner la tecnología al servicio de los objetivos de la salud pública, ya que detectando rápidamente los casos y analizando adecuadamente la evidencia se podrá llevar tranquilidad a la población sobre un tema tan sensible como la vacunación.
El Dr. Daniel Rizatto Lede participará el próximo 9 de Diciembre en el Evento HIMSS 2021 Latam en donde hablará sobre “El Estado de la Interoperabilidad en Latinoamérica”.
Para inscribirse gratuitamente al evento, haga click en este enlace.