El avance en la implementación de proyectos de interoperabilidad de Historia Clínica en Latinoamérica, ha transformado a la interoperabilidad en el eje de una discusión estratégica con miras al desarrollo y modernización de los sistemas sanitarios en los diferentes países de la región.
Por Andrés Segovia *
En los últimos años hemos visto el avance tecnológico en la implementación de diversos proyectos relacionados directamente con la interoperabilidad en salud, enfocados en las historias clínicas electrónicas. Es así como las diferentes estrategias de los distintos países de Latinoamérica han logrado enfocarse y posicionar la interoperabilidad como el pilar estratégico en las planificaciones, haciendo énfasis en el desarrollo y modernización de los sistemas sanitarios en todos los países de la región.
Uno de los casos es Perú, en donde a fines del 2020 se lanzó la Agenda Digital 2020 – 2025 con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se basa en el ecosistema de salud digital, su gobernanza y el despliegue a nivel nacional de la historia clínica electrónica y la telesalud. Por otro lado, Colombia anunció el Plan de Transformación Digital 2020-2022, en el que se definieron 17 iniciativas estratégicas, de las cuales 8 son parte del dominio de la interoperabilidad de la historia clínica.
También aparecen los casos de Ecuador, El Salvador y Chile, entre otros, que todavía se encuentran elaborando las Agendas de Salud Digital con foco en el 2030. Y aunque en estos países aún no se han definido los lineamientos en la materia, tenemos la convicción de que ante el aumento en la cobertura de implementación de la historia clínica, la interoperabilidad de las plataformas y la experiencia del paciente, serán fundamentales y cumplirán un rol estratégico en las agendas.
Los sistemas sanitarios de la región representan un ecosistema variado y diverso, con niveles de adopción y maduración diferentes. En algunos países encontramos redes y establecimientos de salud que aún funcionan con historias clínicas en papel; otros que son híbridos y están transitando desde el papel hacia la historia clínica digital; y por último, los más maduros, quienes han iniciado un proceso de innovación sobre la historia clínica digital ya en operación, avanzando hacia plataformas y sistemas que facilitan la interoperabilidad y portabilidad de las historias clínicas, soluciones de telemedicina integradas, seguimiento y monitoreo de pacientes crónicos, entre otros.
Hoy tenemos el desafío de acelerar la transformación cultural y digital del sector, que si bien el COVID-19 ha generado la necesidad de avanzar, esto no ha sido suficiente. En efecto, cuando hablamos del sector de salud no se hace referencia únicamente a médicos y pacientes, el ecosistema es bastante más grande y cuenta con la participación de diversos actores, abarcando también a quienes están involucrados desde el punto de vista de presupuestos, seguros e integración de lo público y lo privado.
En los próximos años, considerando la diversidad de Latinoamérica, es probable que sea necesario que convivan al mismo tiempo dos estrategias de modernización del sector: por un lado se requerirá continuar y aumentar la cobertura de la historia clínica digital, y por otro, en aquellos lugares en los que ya exista una base digital de registro, avanzar con la interoperabilidad. Ambos elementos como base para la innovación y apuntando siempre a mejorar el acceso, la seguridad y la experiencia en la atención clínica.
* Director de desarrollo de negocios para el sector salud en Latinoamérica de InterSystems.