La interoperabilidad es un concepto que está transformando la manera en que gestionamos los datos médicos y prestamos atención sanitaria, pero ¿qué significa exactamente y cuáles son sus beneficios reales?
Por Erick Cortez, Gerente del mercado de Sanidad en Minsait, una compañía de Indra, en Chile
La interoperabilidad en salud es un concepto que está transformando radicalmente la manera en que gestionamos los datos médicos y prestamos atención sanitaria. A medida que avanzamos en la era tecnológica, la interoperabilidad emerge como un elemento crucial para elevar la calidad de la atención médica, impulsar la eficiencia y reducir los costos en nuestro sistema de salud.
Pero, ¿qué significa exactamente la interoperabilidad en salud? En términos simples, se refiere a la capacidad de los sistemas de información de salud para compartir y utilizar datos de manera efectiva entre distintas organizaciones y sistemas. Esto implica que los registros médicos electrónicos, la información del paciente, los resultados de pruebas y otros datos médicos pueden ser fácilmente accesibles y utilizados por profesionales de la salud en distintos lugares y momentos.
¿Y para el paciente que significa interoperabilidad en salud? El paciente requiere menos traslados entre centros de salud para ir a buscar la información como resultados de exámenes o historial médico, junto al gran ahorro que significa menor cantidad de repetición de exámenes y un proceso de atención integral entre el consultorio y el hospital o clínica. Mejor calidad y oportunidad de atención, que repercute en menores costos para atender su salud y la de sus personas cercanas.
Facilita la coordinación de la atención entre múltiples proveedores y ubicaciones, lo que mejora la calidad de la atención y reduce los riesgos para la salud. El paciente tiene la seguridad de que el profesional que lo atiende cuenta con toda su información de salud.
La capacidad de brindar a los pacientes un acceso más sencillo a sus propios datos de salud, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre su atención y participar activamente en su bienestar, es realmente beneficioso para los ciudadanos, que cada vez están más implicados en su salud y son más proactivos en participar en la misma.
Los beneficios cuantitativos de la interoperabilidad son innegables. como se ve, brindar un acceso más rápido y preciso a los datos médicos conduce a un tratamiento más eficiente y seguro. Aunque es necesario realizar un análisis detallado para calcular el número exacto de vidas que podrían salvarse anualmente en Chile gracias a la interoperabilidad, es indiscutible que cada vida cuenta y que esta tecnología tiene un impacto directo en la salud y bienestar de la población.
Además, la interoperabilidad genera un ahorro significativo en costos. La reducción de la duplicación de pruebas y procedimientos médicos innecesarios no solo contribuye a la eficiencia, sino que también se traduce en ahorros económicos sustanciales. De hecho, como señala el Dr. Juan Cristóbal Morales, jefe de la unidad de salud digital del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, «la interoperabilidad en salud permitiría un ahorro de 170 millones de dólares en Chile». Este ahorro se transformaría en menos gasto de bolsillo para el paciente, mayor producción de exámenes o atenciones médicas y tratamientos para cientos o miles de pacientes que están en lista de espera.
Finalmente, pero no menos relevante, se destaca el impacto de la interoperabilidad en la investigación. Los datos médicos interoperables representan un tesoro invaluable para la investigación médica. La capacidad de analizar grandes conjuntos de datos de pacientes puede conducir a avances significativos en la medicina y el tratamiento de enfermedades.
En Chile, hemos dado pasos significativos hacia la interoperabilidad en salud. El gobierno chileno ha implementado políticas y estándares para fomentar la adopción de registros médicos electrónicos interoperables y sistemas de información de salud compartibles en todo el país. La inversión en infraestructura tecnológica y la capacitación de profesionales de la salud son componentes esenciales de esta iniciativa.
Hasta la fecha, estimamos que más del 70% de los hospitales chilenos ya han implementado sistemas de registros médicos electrónicos con capacidad de interoperar, y esta cifra sigue en aumento. A medida que más proveedores de atención médica y organizaciones de salud se suman a esta tendencia, los beneficios se multiplicarán.
En resumen, la interoperabilidad en salud es una herramienta poderosa que está transformando la atención médica en Chile y en el resto del mundo. Los datos respaldan la idea de que invertir en interoperabilidad no es simplemente un avance tecnológico, sino una inversión en la salud y el bienestar de nuestra población. Con vidas salvadas, costos reducidos y una atención médica de mayor calidad, la interoperabilidad se está convirtiendo en un pilar fundamental de nuestro sistema de salud chileno y un modelo a seguir para otros países que buscan una atención médica más efectiva y accesible.