Por Charles Alessi
El enfoque de esta «Era de la precisión» se traduce en interacciones con la persona cuando está bien (salud de precisión) y no solo cuando está enferma (medicina de precisión). Estas interacciones también tienen un curso de vida como marco de referencia, en lugar de comenzar a interactuar con las personas de edades avanzadas, que son las que generalmente comienzan a mostrar síntomas de enfermedades no transmisibles.
Los ejemplos son muchos, y se observan en los esfuerzos que están haciendo los sistemas de salud para interactuar directamente con las personas. Para eso, están aprovechando las herramientas digitales, además de técnicas como nudge y gamification, para ayudar a introducir, alentar y mantener el cambio de comportamiento en las personas.
La aceleración de la transformación digital
El COVID-19 ha dado un nuevo impulso a este proceso. Como todos los eventos adversos importantes que afectan a sistemas complejos, ha habido algunos positivos, como el hecho de que las modalidades digitales ahora son mucho más aceptadas.
Como dijo Vladimir Ilyich Lenin, alguien a quien normalmente no citaría como fuente de inspiración: “Hay décadas en las que no pasa nada; y hay semanas en las que pasan las décadas ”. Esto es lo que ha sucedido con la transformación digital en los últimos meses, en lo que respecta a la gestión de las condiciones que no son COVID-19 y en las que la velocidad de aceptación y los crecientes niveles de adopción de enfoques no analógicos nos ha sorprendido a todos.
Esta adopción abre las puertas al nuevo mundo de la salud de precisión, en donde los enfoques personalizados para el manejo de enfermedades preexistentes no transmisibles, así como los enfoques personalizados para la reducción de riesgos en las personas que aún no las han desarrollado, ahora son mucho más comunes.
Está muy claro que los efectos económicos y sociales de los cuarentenas nacionales son mayores de lo previsto originalmente. Ahora se observa con frecuencia que las recuperaciones económicas en «forma de V» tienen más forma de «U» o incluso de «L». Además, ahora también se entiende que los efectos de la cuarentena en la salud mental de la población, las desigualdades preexistentes y el impacto en los niños y la escolaridad son difíciles de manejar.
Esto lleva a los países a buscar la adopción de enfoques más locales y a evitar soluciones nacionales y, claramente, este es un paso intermedio hacia enfoques más personalizados. De esta forma, se aprovecharán los enfoques de precisión actuales, así como el hecho de que el COVID-19 puede ser una condición que deje secuelas, incluso si una persona se recupera de la enfermedad.
Cada vez más, se reconoce que será necesario realizar un seguimiento sistemático de las personas, aún si han sobrevivido a un episodio de COVID-19, ya que comienzan a surgir informes sobre la aparición de complicaciones cardíacas, neurológicas y respiratorias en las personas.
Si bien los niveles y la incidencia de estas complicaciones todavía no están claros, lo que está cada vez más claro es la necesidad de observar a estas poblaciones mucho más de cerca, lo que nuevamente potencia los argumentos para ofrecer un enfoque de precisión.
Adoptando una estrategia más precisa
Finalmente, también se reconoce que esta puede no ser la última pandemia con la que tengamos que lidiar. Entre las lecciones que hemos aprendido en los últimos meses, la que resuena con más fuerza es la necesidad de poder acceder a las personas de forma individual y mantener una relación duradera con ellas. Esto apoyará el enfoque de una estrategia más precisa por parte de los sistemas de salud ante una pandemia, reduciendo así la necesidad de cuarentenas nacionales.
A partir de todo esto, también debemos considerar cómo gestionar las interacciones entre los médicos y las enfermeras, ya que los requisitos de apoyo personalizado a las decisiones clínicas para los médicos son ahora mucho más urgentes que antes. Esta es una necesidad que tiene que ver con ayudar a disminuir los niveles de agotamiento de los médicos, y con que algunas soluciones, que están alineadas con los flujos clínicos dentro de las HCE, están muy atrasadas.
La frase «se acerca el invierno» tiene otro significado en nuestro nuevo mundo post pandemia. Necesitamos utilizar estos pocos meses con cuidado y de manera rentable para asegurarnos de que estamos en la mejor posición posible para cuando empiece el invierno y, con él, las condiciones que predisponen a la transmisión. Además, la posibilidad de que ocurra una epidemia de gripe al mismo tiempo es un factor que tiene que ser considerado.
Estos temas se explorarán en profundidad durante el Evento Digital HIMSS & Health 2.0 , entre el 7 y el 11 de septiembre de 2020.by Charles Alessi
The approach translates into interactions with the person when they are well (precision health), not only when they are ill (precision medicine). These interactions also have a life course as the reference frame rather than commencing in older age groups when people typically start to exhibit symptoms of non-communicable diseases.
This is exemplified by the various efforts health systems are making to directly engage with people. Digital tools are being leveraged, in addition to techniques like ‘nudge’ and gamification, to assist with introducing, encouraging and sustaining behavioural change, as will be explored in more detail during the HIMSS & Health 2.0 European Digital Event (7-11 September 2020).
The acceleration of digital transformation
COVID-19 has given a new impetus to this process. Like all major adverse events which affect complex systems, there have been some occasional unexpected positive ones, like the fact that digital modalities have now become far more accepted. As Vladimir Ilyich Lenin, not ordinarily someone I would look to for inspiration, said: “There are decades where nothing happens; and there are weeks where decades happen”. This is precisely what has happened with digital transformation over the past few months, certainly with regard to the management of non-COVID conditions, where the speed of acceptance and the increasing levels of uptake of non-analogue approaches has surprised us all.
This opens the doors to the new world of precision health where personalised approaches to the management of existing non-communicable diseases as well as personalised approaches to risk reduction for people who have yet to develop them, are now far more common.
It is very clear that the economic and social effects of national lockdowns are greater than originally anticipated. The ‘V shaped’ economic recoveries are all too often now observed to be more ‘U’ or even ‘L’ shaped. Furthermore, the effects of lockdown on the mental health of the population, pre-existing inequalities, and the impact on children and schooling, are also now understood to be challenging to manage.
This leads countries to look to adopting more local approaches to avoid national solutions and clearly this is an intermediate step towards more personalised personal approaches. This will leverage the present precision approaches, as will the fact that COVID is not necessarily a condition which does not leave adverse events behind it, even if one does recover.
There is increasing appreciation that it will be necessary to follow up with people more systematically even if they have survived an episode of COVID. Reports are starting to appear around the appearance of cardiac, neurological and respiratory complications, some of which are severe. Whilst the levels and incidence of these complications is not yet clear, what is increasingly clear is the need to look at these populations far more closely – which again potentiates the arguments for delivering a precision approach.
Adopting a more precise strategy
Finally, there is also an appreciation that this may not be the last pandemic we will have to deal with. Amongst the lessons we have learnt over the past few months, one which is resonating more loudly is the need to be able to access people individually and maintain a long-standing relationship with them. This will support a health system approach a pandemic with a more precise strategy, reducing the need for a national lockdown with all the potential adverse consequences of that approach.
Through all of this we also have to consider how to manage the physician and nurse interactions, as the requirements of personalised clinical decision support for clinicians is now even more pressing than it was before. This is a crying unmet need to help obviate the levels of burnout which exist amongst clinicians, and one where some solutions which are aligned to clinical flows and within EMRs are long overdue.
The phrase “winter is coming” now also has another meaning in our new post pandemic world. We need to use these few months very carefully and profitably to get our houses in order to ensure we are in the best possible position for winter when the conditions predisposing to transmission are more prevalent and the potential for a flu epidemic happening concurrently are a factor that has to be considered.
These topics will be explored in greater detail during the HIMSS & Health 2.0 European Digital Event (7-11 September 2020).Por Charles Alessi
O foco desta “Era da precisão” se traduz nas interações com a pessoa quando ela está bem (saúde de precisão) e não apenas quando ela está doente (medicina de precisão). Essas interações também têm como referência um curso de vida, ao invés de começarem a interagir com pessoas de idades avançadas, que geralmente começam a apresentar sintomas de doenças não transmissíveis.
Os exemplos são muitos e podem ser vistos nos esforços que os sistemas de saúde estão fazendo para interagir diretamente com as pessoas. Para isso, estão aproveitando as ferramentas digitais, além de técnicas como, nudge e gamification, para ajudar a introduzir, estimular e sustentar mudanças de comportamento nas pessoas.
A aceleração da transformação digital
O COVID-19 deu um novo impulso a este processo. Como todos os principais eventos adversos que afetam sistemas complexos, houve alguns aspectos positivos, como o fato de que as modalidades digitais são agora muito mais aceitas.
Como disse Vladimir Ilyich Lenin, alguém que normalmente não citaria como inspiração: “Há décadas em que nada acontece; e há semanas nas quais passam décadas”. Isso é o que tem acontecido com a transformação digital nos últimos meses, em termos de gestão de condições não COVID-19 e em que a velocidade de aceitação e níveis crescentes de adoção de não analógicos nos surpreendeu a todos.
Esta adoção abre as portas para o novo mundo dos cuidados de saúde de precisão, onde as abordagens personalizadas para a gestão de doenças não transmissíveis preexistentes, bem como abordagens personalizadas para reduzir os riscos em pessoas que ainda não as desenvolveram, são agora muito mais comuns.
Está claro que os efeitos econômicos e sociais das quarentenas nacionais são maiores do que o previsto inicialmente. Agora é freqüentemente observado que as recuperações econômicas em “V” são mais em forma de “U” ou mesmo “L”. Além disso, agora também se entende que os efeitos da quarentena na saúde mental da população, as desigualdades preexistentes e o impacto nas crianças e na escolaridade são difíceis de administrar.
Isso leva os paises a buscar abordagens mais locais e evitar soluções nacionais e, claramente, esta é uma etapa intermediária em direção a abordagens mais personalizadas. Desta forma, se aproveitará as abordagens de precisão atuais, bem como o fato de que COVID-19 pode ser uma condição que deixe seqüelas, mesmo que a pessoa se recupere da doença.
Cada vez mais, se reconhece que será necessário realizar um seguimento sistemático das pessoas, mesmo que tenham sobrevivido a um episódio de COVID-19, conforme os relatos de complicações cardíacas, neurológicas e respiratórias que começam a surgir.
Embora os níveis e a incidência dessas complicações ainda não estejam claros, o que está se tornando cada vez mais claro é a necessidade de olhar essas populações muito mais de perto, o que novamente faz aumentar o número de argumentos para uma abordagem de precisão.
Adotando uma estratégia mais precisa
Finalmente, também se reconhece que esta pode não ser a última pandemia com a qual temos que lidar. Entre as lições que aprendemos nos últimos meses, a que repercute com mais intensidade é a necessidade de poder acessar as pessoas individualmente e manter um relacionamento duradouro com elas. Isso apoiará uma abordagem estratégica mais precisa pelos sistemas de saúde diante de uma pandemia, reduzindo assim a necessidade de quarentenas nacionais.
Com base em tudo isso, devemos também considerar como gerenciar as interações entre médicos e enfermeiras, uma vez que os requisitos para suporte personalizado de decisões clínicas para médicos são agora muito mais urgentes do que antes. Essa é uma necessidade que tem a ver com ajudar a reduzir os níveis de esgotamento dos médicos e com o fato de que algumas soluções, que estão alinhadas aos fluxos clínicos dentro das Historias Clinicas Eletrônicas, estão muito atrás.
A frase “o inverno está chegando” tem outro significado em nosso novo mundo pós-pandêmico. Precisamos usar esses poucos meses com cuidado e lucratividade para garantir que estamos na melhor posição possível para quando o inverno começa e, com ele, as condições que predispõem à transmissão. Além disso, a possibilidade de uma epidemia de gripe ocorrer ao mesmo tempo é um fator que deve ser considerado.
