CellScope venden un microscopio que se conecta al smartphone y se puede usar para diagnosticar infecciones de oído, y acaban de anunciar una ronda de financiación de 1 millón de dólares de Khosla Ventures. Éste es un ejemplo de un sensor conectado a un smartphone utilizado para proporcionar un servicio médico. Su idea es que los padres puedan mandar por correo electrónico imágenes de los oídos de sus hijos a sus médicos para un diagnóstico remoto, eliminando así la necesidad de hasta 30 millones de visitas físicas al médico cada año en los EE.UU.
Eso es una gran oportunidad en si, pero más interesante es el potencial de utilizar estos servicios para prescindir de los médicos en general – ya sea a través de servicios automatizados (en este caso reconocimiento de imágen) o sistemas humanos, diseñados para funcionar a gran escala (en este caso tal vez por micro-tarea para los médicos). Incluso por una pequeña cantidad de nuestro propio bolsillo por un servicio como éste nos podría beneficiar al obtener un resultado rápido y no tener que lidiar con la burocracia de las clínicas o las aseguradoras médicas. Ya hay pequeños mercados para servicios de diagnóstico remoto, como son las pruebas de deficiencia de vitamina D, y los productos son actualmente costosos y complicados de usar, y tambien más lento en proporcionar resultados. Se dice que los servicios basados en smartphones y sensores van a rebajar los costes y mejorar la calidad, y consecuentemente estos mercados creceran enormemente.
Aunque por un lado la inversión valida la idea, 1 millón de dólares es una inversión relativamente pequeña para Khosla. Sin embargo, esto es una señal de que éste mercado todavía está en una fase muy temprana en su desarrollo.
Fuente: The Equity Kicker
