Por Rocío Bao
El presidente de la Asociación Madrileña de Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares (AMAC), Juan Manuel Ortíz Carranza, ha creado y diseñado eTAO, un proyecto que pretende reunir la información de Pacientes anticoagulados en Autocontrol y que funciona mediante comunicación GPRS a terminales móviles.
“El proyecto piloto consiste en la integración de distintas tecnologías existentes en el mercado para obtener un servicio de mensajería a terminales móviles que permita facilitarle al paciente el control y la pauta de su medicación. El terminal de telefonía móvil tendrá instalada una aplicación informática capaz de tratar la información recibida y representarla mediante un interfaz gráfico; dicha información viajará por la red con todas las garantías de seguridad que se recogen en el tratamiento de la información sanitaria de tránsito por la red móvil y fija”, explicó Ortíz Carranza.
Además, se utilizarán los protocolos de seguridad sanitaria necesarios para garantizar el contenido hasta un servidor remoto en hosting gestionado, conectado a la red de banda ancha con acceso remoto mediante clave, para que los responsables sanitarios de cada centro hospitalario puedan acceder a visualizar los datos de INR del paciente y, así, devolverle el tratamiento al terminal móvil.
El presidente de AMAC ha elaborado este proyecto en un contexto de cierta resistencia al autocontrol de los pacientes crónicos antiocoagulados debido a los altos costos que implica y a los recortes sanitarios que atraviesa España.
Al respecto, Ortíz Carranza detalló: “En España, el coste de una tira reactiva le cuesta al paciente 6 euros y el equipo le cuesta 700 euros, más un curso de formación. En un régimen normal de autocontrol, los pacientes consumen entre cinco y seis tiras al mes. Esta es la razón por la que el Servicio Nacional de Salud (SNS), en España, no subvenciona esta forma de tratamiento y los pacientes se ven obligados a ir al Centro de Atención Primaria, donde una enfermera les realiza el control del INR que necesitan”.
En ese sentido, comentó que el paciente tiene una total dependencia hospitalaria y que esto ocasiona graves trastornos tanto en personas mayores con discapacidad como en la vida laboral de aquellos que deben solicitar permisos en las empresas para realizarse los controles. “Las personas mayores y muy discapacitadas se ven obligadas a desplazarse a los centros hospitalarios con el alto coste del transporte y la asistencia de cuidadores”, fundamentó Ortíz Carranza.
En el marco de estas circunstancias señaló: “Los estudios realizados demuestran que el autocontrol de INR/Quick hace que la anticoagulación oral sea más eficaz, con resultados positivos como disminución de los episodios tromboembólicos y de los hemorrágicos graves; reducción del número y la duración de los períodos de hospitalización; no dependencia de reactivos específicos del fabricante y del país; mayor seguridad cuando cambian las condiciones de vida; incremento significativo del número de resultados de INR dentro del margen terapéutico y, en consecuencia, un mejor ajuste del tratamiento y menos fluctuaciones del INR; y rentabilidad a largo plazo demostrada para el sistema sanitario.”
Finalmente, Ortíz expresó sus motivaciones a la hora de crear eTAO: “Los principales motivos de este proyecto son mejorar la calidad de vida de los pacientes y, en lo posible, erradicar la dependencia hospitalaria.”