La fundación Flowminder, una entidad sin fines de lucro con sede en Suecia, está utilizando la información generada por los teléfonos móviles para detectar casos de Ébola.
Según informaron, el análisis de los Call Data Records (CRD) podría colaborar a determinar los patrones de movimiento de las personas, que a su vez ayudaría a rastrear el virus y complementaría los esfuerzos en la transferencia de recursos entre distintos países.
Como los datos proporcionan una base para poder crear estimaciones de movilidad de personas en la región infectada, los investigadores de la fundación explicaron que un uso adecuado y anónimo del movimiento de los teléfonos móviles del oeste de África colaboraría en pronosticar dónde se formarán los próximos brotes de Ébola. “Esta información puede ayudar a predecir dónde puede aparecer una persona infectada”, declaró Linus Bengtsson, co-fundador de Flowminder.
A su vez, la información recopilada está siendo utilizada por centros de colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el modelado de la enfermedad, y por centros del Reino Unido, de la Universidad de Oxford y del Imperial College London.
Más allá de la polémica que puede generar la medida, cabe señalar que no es la primera vez que este sistema se lleva a la práctica. En Haití, a raíz del terremoto de 2010, se generó un brote de Cólera en el territorio y en aras de evitar la propagación, Flowminder utilizó su tecnología para rastrar el movimiento de las personas y predecir dónde podían aparecer nuevos casos.
“Cuanto más sepamos sobre qué están haciendo las personas en las áreas infectadas y los movimientos que estén haciendo, más podremos hacer para protegerlos”, explicó Gayton, miembro de Médicos Sin Fronteras para el sector de Proyectos Tecnológicos Móviles del oeste de África. Sin embargo, no descartó en llamar a este modelo de recopilación de información un “arma de doble filo” por su política de invasión a la privacidad.
Bengtsson, por otro lado, declaró: “A pesar de que la información analizada es completamente anónima, proviene del uso de teléfonos de individuos y debe ser tratado como información sensible desde una perspectiva comercial y de la privacidad”.
En líneas generales, los modelos construidos sobre data móvil también podrían ser utilizados para examinar los efectos de las restricciones de movilidad entre países, como sucedió en agosto de este año en Senegal con la frontera con Guinea.
“La información nos brinda un entendimiento de cómo la gente reacciona a las restricción de movilidad entre países y qué efectos tiene en la movilidad de recursos y en los trabajadores de la salud”, explicó Andy Tatem, investigador de la fundación. Y agregó: “Con operadores de networks que ofrecen servicio a una parte substancial de la población en muchas naciones, el movimiento de millones de personas a escala espacial y temporal puede ser medido casi en tiempo real”.
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