Según un trabajo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) de España, los smartphones podrían ayudar a prevenir recaídas en aquellos pacientes con trastorno de bipolaridad. Para cumplir este objetivo, el equipo desarrolló dos aplicaciones móviles: SIMPLe y REMaTCh.
“Ambos proyectos intentan utilizar la gran cantidad de información relevante recogida desde los móviles para detectar y prevenir caídas en trastornos afectivos, aunque cada uno de ellos lo hace a través de diferentes métodos”, detalla el doctor Eduard Vieta, investigador del CIBERSAM y profesor de Psiquiatría en la Universitat de Barcelona.
SIMPLe utiliza datos que proporciona el paciente de forma activa y pasiva, con el fin de proveer mensajes psicoeducativos personalizados que ayuden a sortear recaídas. REMaTCh, en cambio, toma la información almacenada en el registro del teléfono -independientemente de su sistema operativo- e identifica patrones de conducta que puedan sugerir una posible recaída.
De esta forma, cuando reconocen una conducta extraña del paciente, las aplicaciones envían mensajes y alertas determinados por algoritmos clínicos a partir de los datos recogidos. “Estos algoritmos se basan en una amplia biblioteca de más de mil mensajes categorizados y elaborados por reconocidos expertos en trastorno bipolar”, explaya Vieta, quien además es el jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona.
Para garantizar el funcionamiento de las herramientas, ambos proyectos están siendo probados por empresas de alta cualificación técnica en desarrollo e ingeniería informática, que por el momento utilizan bases de datos dinámicas encriptadas.
Las plataformas no comunicarán a los médicos tratantes los resultados obtenidos. “No tienen a priori esa intención, más bien intentan potenciar la autogestión del trastorno por parte del paciente de forma discreta y no invasiva”, explica Vieta.
Sin embargo, si detectaran un riesgo para el usuario o para terceros, podrían enviar un mensaje al encargado de la plataforma y éste, siguiendo ciertos protocolos, estaría en condiciones de notificar al profesional.
Ambas aplicaciones todavía se encuentran en la fase de estudios clínicos para garantizar funcionalidad, seguridad, y estándares éticos. “Este proceso lo realizamos con la misma rigurosidad y metodología científica que aplicamos cuando hacemos ensayos clínicos con fármacos o intervenciones psicológicas”, subraya el profesor.
Una de las ventajas de los investigadores es que los pacientes forman parte activa del desarrollo de estas herramientas, aportando sus opiniones y sugerencias. SIMPLe ya está disponible para que un grupo acotado de usuarios la descargue, pero REMaTCh aún está en etapa de diseño y de aprobación.