Entrevistamos a Eduardo Amadeo, Managing Partner en la compañía de capital de riesgo Mountain Nazca y jurado del RedInnova Challenge 2016, quien analizó las particularidades de las startups orientadas a tecnología y salud. Además, explicó cuál es la mirada de un inversor a la hora de elegir una compañía en la que invertir y aconsejó a a los emprendedores conocer a fondo su negocio.
¿Qué caracteriza a las inversiones en las startups de salud ?
Son inversiones riesgosas porque las empresas de salud y tecnología requieren altos niveles de inversión para llegar al mercado. Esto se debe a las regulaciones y a los largos tiempos que se manejan para que los productos sean aprobados, por lo que los costos se elevan y se complejiza el go to market. De este modo, si no se logra financiar el proyecto en las distintas fases, la compañía está en problemas. A lo largo de mi carrera he visto emprendedores y compañías en mejor posición que otras en el transcurso de ese camino, y el modo en que traspasan cada fase resulta clave a la hora de elegir compañías para invertir . Lo que si esta claro es que al invertir en el sector se busca una gran rentabilidad.
¿Cómo se eligen las startups en las que invertir?
En mi trabajo de inversor de riesgo tengo que buscar una propuesta con buenas perspectivas y a la vez cuidar el dinero de la gente que invierte. En este sentido, muchas veces se dice que lo importante es la proyección a 10 años y no el presente de una startup, pero para mi la clave está en si ya tiene clientes, cuántos y dónde está parada la empresa. Por eso, me gusta ver el escenario a mediano plazo, ya que lo que en el largo plazo parece riesgoso en el corto no lo es tanto. Digamos que el riesgo se minimiza en la medida que bajan los tiempos entre una etapa y la otra, y ver que la compañía en un período de tiempo estimado puede estar en un negocio, baja enormemente el riesgo. Si no funciona, nos vamos a dar cuenta antes.
¿Se puede gestionar ese riesgo?
En las compañías que no son estrictamente de ciencia dura, pero que apoyan a la práctica médica, se deben tener muy en claro los contextos institucionales de cada país: cómo funciona el sistema médico asistencial, quién cobra, cómo cobra, quién tiene la plata, ese tipo de cosas. Hay que conocerlo muy desde cerca. No es tanto cómo se le agrega valor al médico, sino cómo se le cobra. Lo que en Chile es buenísimo nunca podría funcionar en otro lugar.
¿Qué les dirías a los emprendedores para que su compañía sea atractiva?
Los emprendedores que más me han llamado la atención en el ámbito de la salud son los que entienden mucho el negocio. No importa tanto el valor final que le entregan al usuario, sino que comprendan el negocio y así el potencial de éxito se multiplica enormemente . A veces el emprendedor se enfoca demasiado en el producto y pasa a ser un inventor y a nosotros no nos interesa invertir en inventores, sino en emprendedores que puedan vender, que le agreguen valor a alguien y que se le pague por eso. Al fin y al cabo esto también termina redundando en la solución que se buscaba al comienzo, pero a veces la mejor solución no es el mejor negocio y también lo perfecto es enemigo de lo bueno.