TOM (Tikkun Olam Makers) es una organización sin fines de lucro de carácter global que tiene por objetivo encontrar distintas soluciones para los desafíos que enfrentan día a día las personas con algún tipo de discapacidad mediante el uso de la innovación y la tecnología.
El proyecto en Buenos Aires, el primero en hispanoamérica, comenzó tres meses atrás, cuando los organizadores seleccionaron siete equipos de trabajo interdisciplinarios para desarrollar cada uno un prototipo distinto. Los grupos están formados por un “need knower” (en español, conocedor de la necesidad) que es la persona que verá su vida mejorada por la innovación, y alrededor de 10 “makers”, que son distintos profesionales, como ingenieros, diseñadores, fabricantes, etc. Sólo uno por equipo recibe una retribución económica, para asegurarse de que el proyecto marche de la mejor manera, mientras que el resto brinda su tiempo solidariamente, al igual que las decenas de voluntarios que aportan para que el evento pueda existir.
Durante los días 23, 24 y 25 de septiembre se llevó a cabo el makehaton final, una instancia para terminar los proyectos en vivo y que también sirvió a modo de presentación en sociedad; ya que se acercaron periodistas y visitantes para conocer las iniciativas y a los equipos en acción.
Mariano Utin, uno de los organizadores del evento, consideró que la edición porteña fue un éxito y que superó ampliamente las expectativas, especialmente en la convocatoria, ya que tuvieron que elegir entre 30 need knowers y más de 100 makers: “Lo que más destacamos es la cantidad de makers: muchísima gente con un perfil profesional bien definido, que quiso dedicarle tres meses a un proyecto solidario”, explica Utin.
Un punto destacado de TOM es que los prototipos creados durante el evento quedan disponibles en código abierto para que cualquier persona alrededor del mundo lo pueda fabricar y beneficiarse del trabajo voluntario y en equipo. De esta manera estiman impactar sobre la vida de 250 millones de personas en los próximos 10 años y, para facilitarlo, están modernizando la plataforma web, en la que subirán la documentación de los desarrollos.
En esta edición los desafíos fueron los siguientes:
- Asiento anti escaras: lograr que personas en sillas de ruedas puedan ventilar la zona de apoyo, ya que por su falta padecen problemas de transpiración, dermatitis, ulceraciones y/o escaras. La solución consistió en un almohadón con distintas capas que absorben el calor en las zonas de apoyo.
- U-guide: asistir al momento de cruzar la calle a una persona con disminución visual. Para eso, se desarrolló una cámara que filma en tiempo real, detecta movimientos y le avisa al usuario si puede cruzar o debe esperar.
- apriSA: ayudar a que personas con parálisis cerebral y cuadriparesia distónica puedan caminar usando andador. Con este fin, se elaboró un accesorio para andador posterior, que brinda autonomía en la marcha favoreciendo la interacción con el entorno.
- Brazos Mágicos: otorgarle a un usuario con polimicrogiria una mayor movilidad en los brazos que aumente la independencia en sus actividades cotidianas. El proyecto se basa en una órtesis, que consta de un exoesqueleto pasivo que compensa parte del peso de sus brazos mediante la fuerza ejercida por una serie de bandas elásticas.
- TenazAyuda: posibilitar que personas con artrogrifosis múltiple puedan realizar tareas cotidianas con sus manos. Para lo cual se creó un brazo robótico, diseñado para montarse en una silla de ruedas y ser manejado con un control.
- UNI-TU-MANO: posibilitar que personas con cuadriplegia sujeten tenedores, cuchillos o lapiceras con sus manos. Para lograrlo se diseñó un accesorio para la mano.
- IP4YOU: facilitar que personas con artrofia espilnal muscular tipo II puedan orinar sin ayuda. El prototipo consta de un elemento semiesférico de silicona y un contenedor que se ubica en la silla de ruedas.
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