Por Matías A. Loewy
La telemedicina es una opción atractiva para facilitar la resolución de casos complejos en pacientes ubicados en sitios remotos, alejados de los centros médicos de referencia y con difícil acceso a especialistas. ¿Pero cómo llevar adelante esa práctica cuando los costos de implementación son elevados, faltan recursos humanos y no existe conectividad adecuada?
Ahora, una experiencia piloto en Colombia (la primera en ese país) confirma la viabilidad de una alternativa posible: una especie de consultorio móvil, a cargo de un médico de atención primaria, que no sólo dispone de tecnología moderna para el diagnóstico (electrocardiógrafo, oxímetro, oftalmoscopio, dermatoscopio, tensiómetro y fonendoscopio digitales), sino que también está provisto de aparatos para videoconferencia y conectividad satelital.
El sistema tiene el potencial de mejorar la calidad de atención y también de mostrar beneficios económicos, según informó el líder de la iniciativa, el Dr. Luis Fernando Cifuentes, profesor de Farmacología de la Universidad de Los Andes y director médico de la filial local de Boston Scientific, que financió el proyecto.
La iniciativa fue ejecutada en tres áreas rurales del centro del país, Bateas, Cumaca y Tibatuy, de difícil desplazamiento por la presencia de caminos montañosos o la actividad de la guerrilla. La unidad de atención, bautizada MICU (por “Mobile dIagnostiC Unit”), fue adaptada para fines médicos a partir de una oficina móvil de la empresa colombiana AxURE Technologies. A lo largo de tres días consecutivos, Cifuentes procedió a asistir a 108 pacientes (edad promedio=63,5 años) con problemas cardiovasculares: hipertensión arterial (70%), insuficiencia cardíaca (11%), enfermedad arterial coronaria (10%) y fibrilación auricular (8%). El 90 por ciento tenía cobertura de salud.
Según consigna la revista “Telemedicina and e-Health”, cuatro de los pacientes, con síntomas más complejos, fueron evaluados a través de telemedicina por un cardiólogo en Bogotá, quien corroboró el diagnóstico inicial. El costo total de la actividad en esos tres días fue de US$ 1600.
“La satisfacción del usuario fue del 100%, ya que se logró tener acceso en salud en esa cohorte de pacientes y resolver los casos en tiempo real”, dijo el Dr. Cifuentes a E–Health Reporter.
De acuerdo al especialista, en una próxima etapa buscarán expandir el modelo en Colombia y el resto de América Latina. “Estamos desarrollando la modelación económica, para documentar en los nuevos proyectos la pertinencia de esta aproximación en la región y midiendo no sólo la satisfacción del usuario, sino también el beneficio económico”, indicó.