Durante este panel cuatro expertos describieron las experiencias de distintas instituciones públicas y privadas de la región e identificaron los aciertos y estrategias durante el proceso de transformación digital.
Desde Chile, la Dra. Begoña Yarza, Directora de Calidad de la Clínica Santa María, hace hincapié en los nuevos desafíos de salud pública que enfrenta América Latina: la epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles, las enfermedades transmisibles emergentes y reemergentes, los problemas de salud mental en todo su espectro, la resistencia antimicrobiana, el envejecimiento poblacional con mala calidad de vida y las desigualdades sociales en salud. Evidentemente, la pandemia agudizó la crisis sanitaria mundial, pero el panorama ya era crítico. “En nuestra región, tenemos millones (tan solo en Chile son 11 millones) de personas portadoras de enfermedades crónicas que tienen que estar toda la vida conectadas con el sistema sanitario. Su incorporación al sistema de salud es clave para que tengan una participación activa en la solución”, insiste.
Dentro de ese escenario, la salud digital puede brindar las herramientas necesarias. Por ejemplo, desde la Clínica Santa María desarrollaron un modelo de gestión de listas de espera, que “integra la inteligencia clínica del equipo de salud y los criterios transparentes para la población, a fin de asegurar oportunidad y justicia en las listas de espera”, detalla la Dra. Yarza. Otro proyecto consistió en incorporar la participación de adolescentes y jóvenes mediante murales, y hacerlos parte en un Congreso de salud. A su vez, en varios prestadores de Chile, instalaron un sistema que evalúa el riesgo del paciente y permite anticiparse a las complicaciones. Y como último ejemplo de innovación e integración, la Ficha clínica electrónica integral ayuda a tomar mejores decisiones.
En Perú, el Dr. Julio Niño, asesor de la Dirección General del Hospital Covid de Emergencia Ate-Vitarte y Líder de Gobierno Digital del Perú, participó de una iniciativa sumamente ambiciosa: implementar innovaciones tecnológicas para convertirse en el Primer Hospital Público Digital de Perú. El Hospital de Emergencia Ate-Vitarte, fundado en marzo de 2020 en Lima para reforzar la lucha contra la pandemia, tiene categoría II-E y, si bien está especializado en atención de pacientes COVID, agregó otros servicios médicos relacionados como Ginecología (para partos de gestantes contagiadas), cirugía y salud mental. En cuanto a la infraestructura especializada, habilitaron 115 camas con ventiladores mecánicos, y se convirtieron en el establecimiento de salud más grande de Perú para atención de pacientes críticos.
“Una de las mayores dificultades que enfrentamos en los momentos más álgidos de la pandemia fue el manejo del oxígeno, ya que llegamos a necesitar 400 cilindros diarios”, explica el especialista. Por eso, una de las primeras implementaciones de innovación fue un aplicativo de gestión de oxígeno para controlar la parte asistencial y de almacenamiento. Otros avances destacables fueron el registro de evolución de los pacientes de enfermería en línea; un sistema de gestión hospitalaria con diferentes módulos para el paciente desde el ingreso hasta el alta; otro módulo de control de camas; indicadores hospitalarios para la toma de decisiones; un sistema móvil de epidemiología para el control de infecciones intrahospitalarias; y una terapia virtual cardiorrespiratoria para todos los pacientes dados de alta, ya que los pacientes con COVID-19 que llegaban al hospital en estado grave presentan secuelas también graves, que necesitan seguimiento posterior al alta y sumaron un servicio de apoyo psicológico y de consultoría nutricional.
Otro gran exponente de innovación en Perú es la Red privada de la Clínica Internacional, que funciona desde 1959. El Dr. Alfredo Guerreros, Director Médico Corporativo de la Red describe que ya habían comenzado un proceso de transformación digital antes de la pandemia, pero que atravesaron una aceleración evidente. “La tasa de conversión nacional para la atención clínica virtual fue muy alta en un contexto particularmente difícil, ya que esta modalidad tenía rechazo por parte de los usuarios e incluso de los médicos”, aclara el Director. Como ejemplos principales de nuevos sistemas de innovación, crearon una unidad de tracking para pacientes con COVID-19 con un sistema capaz de incorporar esa información a los registros nacionales y hacerlos accesibles a los sistemas de hospitalización. A la par, desarrollaron e implementaron un sistema de hospitalización domiciliaria también en línea con un seguimiento de un equipo dedicado, que interopera con un sistema de historia clínica electrónica para integrar todos los servicios que brinda la clínica. Por último, el especialista destaca la app Salva, exclusiva para los familiares de pacientes con COVID-19, y que ofrece respuestas claras para quienes brindan cuidados.
México tampoco se queda atrás con las iniciativas de innovación. El Ing. Jesús Díaz, Director Corporativo de Tecnologías de Información del sistema de salud privado Christus Muguerza, aclara que el grupo implementó el primer hospital totalmente digital en 2018. Hasta el inicio de la pandemia, tenían un proyecto de resultados a largo plazo, pero la crisis llevó a que debieran “promover metodologías ágiles para tener un producto terminado en pocas semanas”, señala el referente en nuevas tecnologías. Algunos de los ejemplos claros de estos esfuerzos son la herramienta de telemedicina asistida con robots e inteligencia artificial, con lenguaje natural para hacer un triage en línea e identificar emergencias reales, y así evitar la saturación del sistema sanitario; el uso de asistentes virtuales para evitar emergencias obstétricas y para protocolos actualizados de enfermería.
Puesta en común
Si bien cada país y cada institución tiene sus particularidades, los ponentes coincidieron en la importancia de centrar las soluciones en el paciente. “Uno de los factores para que el impacto de verdad llegue a las personas es que tenga coparticipación de las personas, de las comunidad de pacientes. Incorporar desde el inicio a quienes son el objeto de la atención, en conjunto con las personas que trabajan en salud”, señala la Dra. Yarza. Por su parte, el Ing. Díaz considera que “nadie mejor que una enfermera que está atendiendo mil pacientes en terapia intensiva para decirte cómo mejorar la atención para esos pacientes”. Este especialista mexicano insta a “crear una cultura de innovación que sea parte de la cultura organizacional. La innovación no es propia de ciertos grupos de la organización, no está limitada a ciertas áreas, sino que llega de todos los lugares, especialmente de la trinchera”, señala.
A su vez, tanto el Ing. Díaz como el Dr. Niño sostienen que es importante “disciplinar la innovación disruptiva”. En México, por ejemplo, hay muchos especialista creando herramientas innovadoras, pero se deben disciplinar para mantener al paciente en el centro de los servicios, tal como explica Díaz. El Dr. Niño, en esa línea, recomienda “regular adecuadamente, sin restringir posibilidades, pero buscando siempre la seguridad del paciente y la calidad de atención”.
La colaboración será la clave para una verdadera transformación digital y los ponentes reconocen que es parte de la madurez a la que se dirige la región. En ese sentido, dentro del concepto de innovación abierta, el sistema Christus Muguerza tiene un portal llamado RE25, donde todos pueden acceder y registrar sus ideas para que las califique el resto de la organización. Si se aprueba, pasa a una Pasarela digital donde una institución puede pedir que se implemente esa herramienta a nivel local y así expandir el alcance de la solución. La Dra. Yarza también convoca a “pasar a un sistema sanitario que abra las puertas a la participación de las personas; las ideas más sostenibles florecen en el point of care, con el sanitarista de primera línea y el paciente”. Por último, el Dr. Guerreros considera que los países latinoamericanos presentan grandes avances en torno a la salud digital, por eso “la innovación se va a terminar imponiendo en cada uno de nuestros países”, concluye.
