Tecnología e innovación para cardiologíaTechnology and innovation for cardiologyTecnologia e inovação para cardiologia

Innovación Telemedicina

Por Silvia Pardo

El 45º Congreso Argentino de Cardiología, recientemente realizado en Buenos Aires y organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología, tuvo como tema central a la tecnología y la salud digital.

Dentro del espacio destinado a la Innovación, la telemedicina aplicada a la Cardiología, y en particular su aplicación en insuficiencia cardíaca (IC), fue uno de los puntos destacados de esta importante reunión científica, que reunió a más de 10.000 asistentes.

La insuficiencia cardíaca es una patología en la que la adherencia terapéutica es clave. Tiene reintegraciones frecuentes y perjudiciales, afecta la calidad de vida y presenta mal pronóstico, por lo cual es una de las afecciones más atractivas para la telemedicina, porque es crónica, es una epidemia, porque en cada reagudización el paciente suele desmejorar y retroceder y porque permite abortar rápidamente esos pequeños “incendios” o empeoramientos que, si no son atacados de manera urgente, obligan a reinternar al paciente y ya son más difíciles de manejar”, explica el doctor Mariano Benzadón, Director de calidad, seguridad y experiencia del paciente, Jefe del departamento de Innovación del ICBA.

Es importante aclarar que las hospitalizaciones en insuficiencia cardíaca representan un marcador inminente de riesgo, que incrementa tanto la probabilidad de rehospitalización como la mortalidad.

Asimismo, la insuficiencia cardíaca es un problema de salud pública a nivel mundial. Representa la primera causa de hospitalizaciones en adultos mayores de 65 años y acarrea costos enormes a los sistemas de salud. La prevalencia viene creciendo, y para el 2030 se espera un aumento del 46 por ciento.

Existen diferentes factores responsables de las elevadas tasas de internación y mortalidad, entre ellos, la misma patología y el incumplimiento del régimen terapéutico, higiénico, dietético y en la toma de la medicación en sus dosis adecuadas.

Por lo tanto, resulta de suma importancia gestionar protocolos de control del paciente luego del alta de la internación para verificar el tratamiento. Para estos objetivos, «La incorporación de la tecnología de salud móvil ha ganado interés como una forma de potenciar la contención y asistencia de pacientes a distancia”, comenta la Dra. Melisa Elfman, médica cardióloga, quien participó, junto a la Dra. María Inés Sosa Liprandi, en un estudio piloto que se llevó a cabo mediante una plataforma digital interactiva cuyo objetivo primario era evaluar la eficacia de una aplicación móvil de monitoreo de pacientes para mejorar los factores de riesgo cardiovascular.

“El estudio piloto realizado en 19 pacientes durante dos meses tenía como fin la puesta a punto de la plataforma que lanzaremos próximamente en el Sanatorio Güemes. Consistió en la descarga de una aplicación móvil en el teléfono inteligente del paciente y el enrolamiento de un reloj inteligente de uso personal con el compromiso que los utilizaría tanto durante el día como en la noche”, explica la doctora Elfman.

Se realizaron registros de sueño, medicación, factores de riesgo, actividad, incluyendo a su vez una agenda médica, solicitudes de turnos y teleconsulta mediante telechat. Como resultado del estudio se obtuvo una adherencia a la medicación del 93 %. En cuanto a la conectividad se logró que el 100de los pacientes se mantuvieran activos durante el piloto; el 95% de los mensajes enviados por los médicos fueron respondidos y seis pacientes escribieron de forma proactiva a médicos (teleconsulta).

Los objetivos del piloto fueron poner a punto la plataforma a través del control de los factores de riesgo.

En el marco del Programa Multidisciplinario de Asistencia a pacientes con insuficiencia cardíaca (PROMA-IC) del Servicio de Cardiología del Sanatorio Güemes,  próximamente se iniciará la Implementación de una plataforma interactiva remota para mejorar la adherencia al tratamiento en pacientes con insuficiencia cardíaca.

“Se incluirán 50 pacientes durante 12 meses con el objeto de evaluar la efectividad de la plataforma digital interactiva mediante la medición de parámetros clínicos como indicadores indirectos de control y estabilidad de la insuficiencia cardíaca. Otro de sus objetivos será evaluar la adherencia a fármacos esenciales mediante una agenda digital a través de la app del teléfono móvil. También se valorará la efectividad de mensajes breves y recordatorios periódicos relacionados a la insuficiencia cardíaca, al estilo de vida, dieta y factores de riesgo. Por último se analizará la implementación, las potencialidades y obstáculos del uso de esta herramienta para el cuidado de la salud desde la perspectiva de pacientes y médicos”, concluye la Dra. Elfman.


“Lograr adherencia terapéutica y abortar las reagudizaciones es lo que puede aportar la telemedicina en los casos de IC”, dice el Dr. Benzadón.

Según el especialista, en insuficiencia cardíaca los abordajes de telemedicina pueden ser de dos tipos: la telemedicina no invasiva (telefónica, internet de las cosas) y la invasiva, en la que al paciente se le implanta un dispositivo específico (CDI/CRT cardiodesfibriladores implantables y marcapasos) de donde se obtiene información para poder abortar las reagudizaciones.

“En mi opinión, lo más atractivo son las estrategias no invasivas en las que el paciente tiene algunos dispositivos mediante los cuales se recopilan datos de su fisiología, su presión arterial, peso y oxigenación y toda esa información, transmitida a la nube, permite que el equipo de salud pueda abortar rápidamente los empeoramientos. Por ahora, creo que esto es lo más aplicable de forma masiva. Los dispositivos implantables los dejaría relegados para aquellos pacientes que no responden a otras estrategias”, comenta.

En este momento el Dr Benzadón y equipo están en una etapa de experimentación tecnológica. “Estamos trabajando con dos estrategias y empresas diferentes que nos proveen los dispositivos. Una de ellas nos permite medir peso, presión arterial y oxigenación. El paciente se va de alta con distintos instrumentos (balanza, tensiómetro, saturómetro) y cada vez que los utiliza nutre nuestra base de datos. Cuando se pesa, por ejemplo, el resultado de la balanza va por bluetooth a su celular y alimenta la nube. Estas mediciones las tiene que hacer a diario.”

Toda esa información llega a la nube, pero por ahora no dispara alertas. “En esta etapa estamos parametrizando este tema. Por ahora nos llega cada una de las mediciones”, aclara Benzadón.

La segunda estrategia es muy similar pero con otra tecnología, en la que el paciente tiene una tablet en su domicilio con la cual puede hablar. “En este caso no solo conocemos las variables fisiológicas sino también buscamos aumentar la adherencia terapéutica, porque la tablet le va preguntando al paciente ¿tomaste la medicación? ¿cómo andás con el tratamiento?, etc.», señala y agrega que, de este modo, la telemedicina podría ser una solución al tratamiento de la IC.


También la Inteligencia Artificial fue protagonista a raíz de un proyecto que utiliza la inteligencia artificial para detectar infartos que se llevó el premio al mejor trabajo de investigación del Congreso, otorgado al equipo de investigadores del estudio ANGINA, liderado por el Dr. Juan Pablo Costabel, jefe de Unidad Coronaria del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.

El fundamento del proyecto se centra en que un médico con más entrenamiento tiene mayor precisión para diagnosticar si una persona está sufriendo un evento cardíaco o no. Pero como en las guardias suele haber médicos jóvenes sin la especialización en cardiología, la inteligencia artificial puede ser la herramienta adecuada para estos casos.

El proyecto, desarrollado en Argentina, es un clasificador de aprendizaje automatizado (machine learning) para dispositivos electrónicos portátiles que demostró ser de utilidad en la predicción del riesgo de infarto agudo de miocardio en pacientes que concurren a la guardia por dolor precordial de origen desconocido.

En cuanto a los resultados, tuvo capacidad de precisión para definir un problema cardíaco en el 90% de los casos.

La primera fase del proyecto, la del desarrollo del algoritmo, ya está finalizada. Ahora, se encuentra en la fase de validación, para lo cual los autores presentarán el proyecto en el Congreso del American College of Cardiology (ACC) de 2020.Por Silvia Pardo

El 45º Congreso Argentino de Cardiología, recientemente realizado en Buenos Aires y organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología, tuvo como tema central a la tecnología y la salud digital.

Dentro del espacio destinado a la Innovación, la telemedicina aplicada a la Cardiología, y en particular su aplicación en insuficiencia cardíaca (IC), fue uno de los puntos destacados de esta importante reunión científica, que reunió a más de 10.000 asistentes.

La insuficiencia cardíaca es una patología en la que la adherencia terapéutica es clave. Tiene reintegraciones frecuentes y perjudiciales, afecta la calidad de vida y presenta mal pronóstico, por lo cual es una de las afecciones más atractivas para la telemedicina, porque es crónica, es una epidemia, porque en cada reagudización el paciente suele desmejorar y retroceder y porque permite abortar rápidamente esos pequeños “incendios” o empeoramientos que, si no son atacados de manera urgente, obligan a reinternar al paciente y ya son más difíciles de manejar”, explica el doctor Mariano Benzadón, Director de calidad, seguridad y experiencia del paciente, Jefe del departamento de Innovación del ICBA.

Es importante aclarar que las hospitalizaciones en insuficiencia cardíaca representan un marcador inminente de riesgo, que incrementa tanto la probabilidad de rehospitalización como la mortalidad.

Asimismo, la insuficiencia cardíaca es un problema de salud pública a nivel mundial. Representa la primera causa de hospitalizaciones en adultos mayores de 65 años y acarrea costos enormes a los sistemas de salud. La prevalencia viene creciendo, y para el 2030 se espera un aumento del 46 por ciento.

Existen diferentes factores responsables de las elevadas tasas de internación y mortalidad, entre ellos, la misma patología y el incumplimiento del régimen terapéutico, higiénico, dietético y en la toma de la medicación en sus dosis adecuadas.

Por lo tanto, resulta de suma importancia gestionar protocolos de control del paciente luego del alta de la internación para verificar el tratamiento. Para estos objetivos, «La incorporación de la tecnología de salud móvil ha ganado interés como una forma de potenciar la contención y asistencia de pacientes a distancia”, comenta la Dra. Melisa Elfman, médica cardióloga, quien participó, junto a la Dra. María Inés Sosa Liprandi, en un estudio piloto que se llevó a cabo mediante una plataforma digital interactiva cuyo objetivo primario era evaluar la eficacia de una aplicación móvil de monitoreo de pacientes para mejorar los factores de riesgo cardiovascular.

“El estudio piloto realizado en 19 pacientes durante dos meses tenía como fin la puesta a punto de la plataforma que lanzaremos próximamente en el Sanatorio Güemes. Consistió en la descarga de una aplicación móvil en el teléfono inteligente del paciente y el enrolamiento de un reloj inteligente de uso personal con el compromiso que los utilizaría tanto durante el día como en la noche”, explica la doctora Elfman.

Se realizaron registros de sueño, medicación, factores de riesgo, actividad, incluyendo a su vez una agenda médica, solicitudes de turnos y teleconsulta mediante telechat. Como resultado del estudio se obtuvo una adherencia a la medicación del 93 %. En cuanto a la conectividad se logró que el 100de los pacientes se mantuvieran activos durante el piloto; el 95% de los mensajes enviados por los médicos fueron respondidos y seis pacientes escribieron de forma proactiva a médicos (teleconsulta).

Los objetivos del piloto fueron poner a punto la plataforma a través del control de los factores de riesgo.

En el marco del Programa Multidisciplinario de Asistencia a pacientes con insuficiencia cardíaca (PROMA-IC) del Servicio de Cardiología del Sanatorio Güemes,  próximamente se iniciará la Implementación de una plataforma interactiva remota para mejorar la adherencia al tratamiento en pacientes con insuficiencia cardíaca.

“Se incluirán 50 pacientes durante 12 meses con el objeto de evaluar la efectividad de la plataforma digital interactiva mediante la medición de parámetros clínicos como indicadores indirectos de control y estabilidad de la insuficiencia cardíaca. Otro de sus objetivos será evaluar la adherencia a fármacos esenciales mediante una agenda digital a través de la app del teléfono móvil. También se valorará la efectividad de mensajes breves y recordatorios periódicos relacionados a la insuficiencia cardíaca, al estilo de vida, dieta y factores de riesgo. Por último se analizará la implementación, las potencialidades y obstáculos del uso de esta herramienta para el cuidado de la salud desde la perspectiva de pacientes y médicos”, concluye la Dra. Elfman.


“Lograr adherencia terapéutica y abortar las reagudizaciones es lo que puede aportar la telemedicina en los casos de IC”, dice el Dr. Benzadón.

Según el especialista, en insuficiencia cardíaca los abordajes de telemedicina pueden ser de dos tipos: la telemedicina no invasiva (telefónica, internet de las cosas) y la invasiva, en la que al paciente se le implanta un dispositivo específico (CDI/CRT cardiodesfibriladores implantables y marcapasos) de donde se obtiene información para poder abortar las reagudizaciones.

“En mi opinión, lo más atractivo son las estrategias no invasivas en las que el paciente tiene algunos dispositivos mediante los cuales se recopilan datos de su fisiología, su presión arterial, peso y oxigenación y toda esa información, transmitida a la nube, permite que el equipo de salud pueda abortar rápidamente los empeoramientos. Por ahora, creo que esto es lo más aplicable de forma masiva. Los dispositivos implantables los dejaría relegados para aquellos pacientes que no responden a otras estrategias”, comenta.

En este momento el Dr Benzadón y equipo están en una etapa de experimentación tecnológica. “Estamos trabajando con dos estrategias y empresas diferentes que nos proveen los dispositivos. Una de ellas nos permite medir peso, presión arterial y oxigenación. El paciente se va de alta con distintos instrumentos (balanza, tensiómetro, saturómetro) y cada vez que los utiliza nutre nuestra base de datos. Cuando se pesa, por ejemplo, el resultado de la balanza va por bluetooth a su celular y alimenta la nube. Estas mediciones las tiene que hacer a diario.”

Toda esa información llega a la nube, pero por ahora no dispara alertas. “En esta etapa estamos parametrizando este tema. Por ahora nos llega cada una de las mediciones”, aclara Benzadón.

La segunda estrategia es muy similar pero con otra tecnología, en la que el paciente tiene una tablet en su domicilio con la cual puede hablar. “En este caso no solo conocemos las variables fisiológicas sino también buscamos aumentar la adherencia terapéutica, porque la tablet le va preguntando al paciente ¿tomaste la medicación? ¿cómo andás con el tratamiento?, etc.», señala y agrega que, de este modo, la telemedicina podría ser una solución al tratamiento de la IC.


También la Inteligencia Artificial fue protagonista a raíz de un proyecto que utiliza la inteligencia artificial para detectar infartos que se llevó el premio al mejor trabajo de investigación del Congreso, otorgado al equipo de investigadores del estudio ANGINA, liderado por el Dr. Juan Pablo Costabel, jefe de Unidad Coronaria del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.

El fundamento del proyecto se centra en que un médico con más entrenamiento tiene mayor precisión para diagnosticar si una persona está sufriendo un evento cardíaco o no. Pero como en las guardias suele haber médicos jóvenes sin la especialización en cardiología, la inteligencia artificial puede ser la herramienta adecuada para estos casos.

El proyecto, desarrollado en Argentina, es un clasificador de aprendizaje automatizado (machine learning) para dispositivos electrónicos portátiles que demostró ser de utilidad en la predicción del riesgo de infarto agudo de miocardio en pacientes que concurren a la guardia por dolor precordial de origen desconocido.

En cuanto a los resultados, tuvo capacidad de precisión para definir un problema cardíaco en el 90% de los casos.

La primera fase del proyecto, la del desarrollo del algoritmo, ya está finalizada. Ahora, se encuentra en la fase de validación, para lo cual los autores presentarán el proyecto en el Congreso del American College of Cardiology (ACC) de 2020.Por Silvia Pardo

El 45º Congreso Argentino de Cardiología, recientemente realizado en Buenos Aires y organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología, tuvo como tema central a la tecnología y la salud digital.

Dentro del espacio destinado a la Innovación, la telemedicina aplicada a la Cardiología, y en particular su aplicación en insuficiencia cardíaca (IC), fue uno de los puntos destacados de esta importante reunión científica, que reunió a más de 10.000 asistentes.

La insuficiencia cardíaca es una patología en la que la adherencia terapéutica es clave. Tiene reintegraciones frecuentes y perjudiciales, afecta la calidad de vida y presenta mal pronóstico, por lo cual es una de las afecciones más atractivas para la telemedicina, porque es crónica, es una epidemia, porque en cada reagudización el paciente suele desmejorar y retroceder y porque permite abortar rápidamente esos pequeños “incendios” o empeoramientos que, si no son atacados de manera urgente, obligan a reinternar al paciente y ya son más difíciles de manejar”, explica el doctor Mariano Benzadón, Director de calidad, seguridad y experiencia del paciente, Jefe del departamento de Innovación del ICBA.

Es importante aclarar que las hospitalizaciones en insuficiencia cardíaca representan un marcador inminente de riesgo, que incrementa tanto la probabilidad de rehospitalización como la mortalidad.

Asimismo, la insuficiencia cardíaca es un problema de salud pública a nivel mundial. Representa la primera causa de hospitalizaciones en adultos mayores de 65 años y acarrea costos enormes a los sistemas de salud. La prevalencia viene creciendo, y para el 2030 se espera un aumento del 46 por ciento.

Existen diferentes factores responsables de las elevadas tasas de internación y mortalidad, entre ellos, la misma patología y el incumplimiento del régimen terapéutico, higiénico, dietético y en la toma de la medicación en sus dosis adecuadas.

Por lo tanto, resulta de suma importancia gestionar protocolos de control del paciente luego del alta de la internación para verificar el tratamiento. Para estos objetivos, «La incorporación de la tecnología de salud móvil ha ganado interés como una forma de potenciar la contención y asistencia de pacientes a distancia”, comenta la Dra. Melisa Elfman, médica cardióloga, quien participó, junto a la Dra. María Inés Sosa Liprandi, en un estudio piloto que se llevó a cabo mediante una plataforma digital interactiva cuyo objetivo primario era evaluar la eficacia de una aplicación móvil de monitoreo de pacientes para mejorar los factores de riesgo cardiovascular.

“El estudio piloto realizado en 19 pacientes durante dos meses tenía como fin la puesta a punto de la plataforma que lanzaremos próximamente en el Sanatorio Güemes. Consistió en la descarga de una aplicación móvil en el teléfono inteligente del paciente y el enrolamiento de un reloj inteligente de uso personal con el compromiso que los utilizaría tanto durante el día como en la noche”, explica la doctora Elfman.

Se realizaron registros de sueño, medicación, factores de riesgo, actividad, incluyendo a su vez una agenda médica, solicitudes de turnos y teleconsulta mediante telechat. Como resultado del estudio se obtuvo una adherencia a la medicación del 93 %. En cuanto a la conectividad se logró que el 100de los pacientes se mantuvieran activos durante el piloto; el 95% de los mensajes enviados por los médicos fueron respondidos y seis pacientes escribieron de forma proactiva a médicos (teleconsulta).

Los objetivos del piloto fueron poner a punto la plataforma a través del control de los factores de riesgo.

En el marco del Programa Multidisciplinario de Asistencia a pacientes con insuficiencia cardíaca (PROMA-IC) del Servicio de Cardiología del Sanatorio Güemes,  próximamente se iniciará la Implementación de una plataforma interactiva remota para mejorar la adherencia al tratamiento en pacientes con insuficiencia cardíaca.

“Se incluirán 50 pacientes durante 12 meses con el objeto de evaluar la efectividad de la plataforma digital interactiva mediante la medición de parámetros clínicos como indicadores indirectos de control y estabilidad de la insuficiencia cardíaca. Otro de sus objetivos será evaluar la adherencia a fármacos esenciales mediante una agenda digital a través de la app del teléfono móvil. También se valorará la efectividad de mensajes breves y recordatorios periódicos relacionados a la insuficiencia cardíaca, al estilo de vida, dieta y factores de riesgo. Por último se analizará la implementación, las potencialidades y obstáculos del uso de esta herramienta para el cuidado de la salud desde la perspectiva de pacientes y médicos”, concluye la Dra. Elfman.


“Lograr adherencia terapéutica y abortar las reagudizaciones es lo que puede aportar la telemedicina en los casos de IC”, dice el Dr. Benzadón.

Según el especialista, en insuficiencia cardíaca los abordajes de telemedicina pueden ser de dos tipos: la telemedicina no invasiva (telefónica, internet de las cosas) y la invasiva, en la que al paciente se le implanta un dispositivo específico (CDI/CRT cardiodesfibriladores implantables y marcapasos) de donde se obtiene información para poder abortar las reagudizaciones.

“En mi opinión, lo más atractivo son las estrategias no invasivas en las que el paciente tiene algunos dispositivos mediante los cuales se recopilan datos de su fisiología, su presión arterial, peso y oxigenación y toda esa información, transmitida a la nube, permite que el equipo de salud pueda abortar rápidamente los empeoramientos. Por ahora, creo que esto es lo más aplicable de forma masiva. Los dispositivos implantables los dejaría relegados para aquellos pacientes que no responden a otras estrategias”, comenta.

En este momento el Dr Benzadón y equipo están en una etapa de experimentación tecnológica. “Estamos trabajando con dos estrategias y empresas diferentes que nos proveen los dispositivos. Una de ellas nos permite medir peso, presión arterial y oxigenación. El paciente se va de alta con distintos instrumentos (balanza, tensiómetro, saturómetro) y cada vez que los utiliza nutre nuestra base de datos. Cuando se pesa, por ejemplo, el resultado de la balanza va por bluetooth a su celular y alimenta la nube. Estas mediciones las tiene que hacer a diario.”

Toda esa información llega a la nube, pero por ahora no dispara alertas. “En esta etapa estamos parametrizando este tema. Por ahora nos llega cada una de las mediciones”, aclara Benzadón.

La segunda estrategia es muy similar pero con otra tecnología, en la que el paciente tiene una tablet en su domicilio con la cual puede hablar. “En este caso no solo conocemos las variables fisiológicas sino también buscamos aumentar la adherencia terapéutica, porque la tablet le va preguntando al paciente ¿tomaste la medicación? ¿cómo andás con el tratamiento?, etc.», señala y agrega que, de este modo, la telemedicina podría ser una solución al tratamiento de la IC.


También la Inteligencia Artificial fue protagonista a raíz de un proyecto que utiliza la inteligencia artificial para detectar infartos que se llevó el premio al mejor trabajo de investigación del Congreso, otorgado al equipo de investigadores del estudio ANGINA, liderado por el Dr. Juan Pablo Costabel, jefe de Unidad Coronaria del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.

El fundamento del proyecto se centra en que un médico con más entrenamiento tiene mayor precisión para diagnosticar si una persona está sufriendo un evento cardíaco o no. Pero como en las guardias suele haber médicos jóvenes sin la especialización en cardiología, la inteligencia artificial puede ser la herramienta adecuada para estos casos.

El proyecto, desarrollado en Argentina, es un clasificador de aprendizaje automatizado (machine learning) para dispositivos electrónicos portátiles que demostró ser de utilidad en la predicción del riesgo de infarto agudo de miocardio en pacientes que concurren a la guardia por dolor precordial de origen desconocido.

En cuanto a los resultados, tuvo capacidad de precisión para definir un problema cardíaco en el 90% de los casos.

La primera fase del proyecto, la del desarrollo del algoritmo, ya está finalizada. Ahora, se encuentra en la fase de validación, para lo cual los autores presentarán el proyecto en el Congreso del American College of Cardiology (ACC) de 2020.Por Silvia Pardo

45º Congresso Argentino de Cardiologia, realizado recentemente em Buenos Aires, e organizado pela Sociedade Argentina de Cardiologia, teve como assunto principal a tecnologia e a saúde digital.

No espaço dedicado à inovação, a telemedicina aplicada à Cardiologia, e em particular, sua aplicação na insuficiência cardíaca (IC), foi um dos destaques deste importante encontro científico, que reuniu mais de 10.000 participantes.

“A insuficiência cardíaca é uma patologia na qual a adesão terapêutica é fundamental. Apresenta reintegrações freqüentes e prejudiciais, afeta a qualidade de vida e apresenta um prognóstico ruim, motivo pelo qual é uma das condições mais atraentes para a telemedicina, por ser crônica, é uma epidemia, porque a cada exacerbação o paciente tende a se deteriorar e recuar e porque permite abortar rapidamente aqueles pequenos “incêndios” ou agravamentos que, se não forem atacados com urgência, forçam o paciente a ser reintroduzido e já são mais difíceis de manusear”, explica o Dr. Mariano Benzadón, diretor de qualidade, segurança e experiência do paciente, Chefe do Departamento de Inovação do ICBA.

É importante esclarecer, que as internações por insuficiência cardíaca, representam um marcador iminente de risco, o que aumenta a probabilidade de reinternação e mortalidade.

Além disso, a insuficiência cardíaca é um problema de saúde pública no mundo todo. Representa a principal causa de hospitalizações em adultos acima de 65 anos e traz enormes custos para os sistemas de saúde. A prevalência está crescendo, e até 2030 é esperado um aumento de 46%.

Existem diferentes fatores responsáveis pelas altas taxas de hospitalização e mortalidade, entre eles, a mesma patologia, e o não cumprimento do regime terapêutico, higiênico, dietético e de tomar o medicamento nas doses apropriadas.

Portanto, é muito importante gerenciar os protocolos de controle do paciente após a alta hospitalar para verificar o tratamento. Para esses propósitos, «a incorporação da tecnologia móvel de saúde ganhou interesse como uma maneira de melhorar a contenção e assistência de pacientes à distância», diz a Dra. Melisa Elfman, cardiologista, que participou, juntamente com a  Dra. María Inés Sosa Liprandi, em um estudo piloto realizado por meio de uma plataforma digital interativa cujo objetivo principal era avaliar a eficácia de um aplicativo móvel de monitoramento de pacientes para melhorar os fatores de risco cardiovascular.

“O estudo piloto realizado em 19 pacientes por dois meses teve como objetivo o desenvolvimento da plataforma que será lançada em breve no Sanatório Güemes. Consistia no download de um aplicativo móvel no smartphone do paciente e na inscrição de um relógio inteligente para uso pessoal com o compromisso de usá-los durante o dia e a noite”, explica a Dra. Elfman.

Registros de sono, medicação, fatores de risco, atividade foram feitos; incluindo agenda médica, solicitações de turnos e teleconsulta via telechat. Como resultado do estudo, foi obtida uma adesão medicamentosa de 93 %. Em termos de conectividade, 100 dos pacientes foram mantidos ativos durante o piloto; 95% das mensagens enviadas pelos médicos foram respondidas e seis pacientes escreveram de maneira proativa aos médicos (teleconsulta).

Os objetivos do piloto eram ajustar a plataforma através do controle de fatores de risco.

No âmbito do Programa Multidisciplinar de Assistência a pacientes com insuficiência cardíaca (PROMA-IC) do Serviço de Cardiologia do Sanatório Güemes, a implementação de uma plataforma interativa remota começará em breve a melhorar a adesão ao tratamento em pacientes com insuficiência cardíaca.

“50 pacientes serão incluídos por 12 meses, para avaliar a eficácia da plataforma digital interativa medindo parâmetros clínicos como indicadores indiretos de controle e estabilidade da insuficiência cardíaca. Outro de seus objetivos será avaliar a adesão a medicamentos essenciais por meio de uma agenda digital através do aplicativo para celular. Também será avaliada a eficácia de mensagens curtas e lembretes periódicos relacionados a insuficiência cardíaca, estilo de vida, dieta e fatores de risco. Por fim, analisaremos a implementação, o potencial e os obstáculos do uso dessa ferramenta na assistência à saúde na perspectiva de pacientes e médicos”, conclui a Dra. Elfman.


“Alcançar adesão terapêutica e abortar exacerbações é o que a telemedicina pode oferecer nos casos de IC”, diz o Dr. Benzadón.

Segundo o especialista, as abordagens de telemedicina em insuficiência cardíaca podem ser de dois tipos: telemedicina não invasiva (telefone, internet das cosas) e invasiva, na qual o paciente é implantado com um dispositivo específico (CDI/CRT cárdio desfibriladores implantáveis e marcapassos) de onde as informações são obtidas para abortar as exacerbações.

“Na minha opinião, as mais atrativas são as estratégias não invasivas, nas quais o paciente possui alguns dispositivos através dos quais são coletados dados sobre sua fisiologia, pressão arterial, peso e oxigenação, e todas essas informações, transmitidas para a nuvem, permitem a equipe de saúde poder abortar rapidamente os agravamentos. Por enquanto, acredito que esta é a mais funcional em forma massiva. Os dispositivos implantáveis, os deixaria, para aqueles pacientes que não respondem a outras estratégias”, diz ele.

Neste momento o Dr Benzadón e a equipe estão em um estágio de experimentação tecnológica. “Estamos trabalhando com duas estratégias e empresas diferentes que nos fornecem os dispositivos. Um deles, nos permite, medir peso, pressão arterial e oxigenação. O paciente recebe alta com diferentes instrumentos (balança, monitor de pressão arterial, medidor de saturação) e toda vez que os utiliza, alimenta nosso banco de dados. Quando ele se pesa, por exemplo, o resultado da balança através do bluetooth é enviado ao seu celular e alimenta a nuvem. Essas medições precisam ser feitas diariamente.”

Todas essas informações chegam à nuvem, mas ainda não acionam alertas. “Nesta fase, estamos parametrizando esta questão. Por enquanto, nos chegam cada uma das medições”, esclarece Benzadón.

A segunda estratégia é muito semelhante, mas com outra tecnologia, na qual o paciente tem um tablet em casa, com o qual pode conversar. “Nesse caso, não apenas conhecemos as variáveis fisiológicas, mas também procuramos aumentar a adesão terapêutica, porque o tablet pergunta ao paciente Você tomou o medicamento? Como você está se sentindo com o tratamento? etc.”, ele observa e acrescenta que, dessa forma, a telemedicina pode ser uma solução para o tratamento da IC.


A Inteligência Artificial também foi protagonista como resultado de um projeto que usa a inteligência artificial para detectar infartos, que ganhou o prêmio pelo melhor trabalho de pesquisa do Congresso, concedido à equipe de pesquisadores do estudo ANGINA, liderado pelo Dr. Juan Pablo Costabel, Chefe da Unidade Coronariana do Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.

O projeto está fundamentado, em que, um médico com mais treinamento, tem mais precisão para diagnosticar se uma pessoa está sofrendo de um evento cardíaco ou não. Mas como geralmente nos Prontos Socorros atendem médicos jovens, sem especialização em cardiologia, a inteligência artificial pode ser a ferramenta adequada para estes casos.

O projeto, desenvolvido na Argentina, é um classificador de aprendizado automatizado (machine learning) para dispositivos eletrônicos portáteis que se mostrou útil na previsão do risco de infarto agudo do miocárdio nos pacientes que se atendem nos Prontos Socorros devido a uma dor precordial de origem desconhecida.

Em relação aos resultados, foi possível definir um problema cardíaco em 90% dos casos.

A primeira fase do projeto, o desenvolvimento do algoritmo, já está concluída. Agora, está em fase de validação, para a qual os autores apresentarão o projeto no Congresso do American College of Cardiology (ACC) de 2020.

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