HCEs nacionales y hospitalarias: desarrollo de la fuerza laboral

Coberturas ES

El primer panel del segundo día de la conferencia HIMSS21 Latam,ahonda en la situación actual de las experiencias de Costa Rica, Argentina, Chile y México en lo que respecta a historia clínica electrónica; el punto de partida para muchas estrategias de salud digital.

Tal como expresaban los especialistas del panel de interoperabilidad, la historia clínica electrónica (HCE) suele ser el punto de partida para muchas de las estrategias de salud digital. Por eso, el panel «HCEs Nacionales y Hospitalarias: desarrollo de la fuerza laboral» ahonda en la situación actual de las experiencias de Costa Rica, Argentina, Chile y México. La Lic. Lucía Arias Durán, Líder de Cambio de la Caja Costarricence de Seguro Social, detalla que esta institución de más de 80 años de antigüedad ya cuenta con un Expediente digital único en salud, que concentra 29 hospitales con distintos niveles de complejidad y más de 63 mil funcionarios. “La implementación de un expediente digital conlleva transformación de los procesos, no solo adopción de tecnologías. Los cambios no se realizan solos, los realizamos las personas, y allí encontramos resistencias por desconocimiento, falta de habilidad, actitud”, aclara esta referente.

La Lic. Arias Durán destaca la importancia de demostrar el valor de un cambio para que ocurra y afirma que “lo más complejo no es la implementación, sino sostener esa transformación en el tiempo. Se propusieron redes de gestión de cambio en todo el país, en el primer nivel de atención y luego en el nivel hospitalario. El proceso llevó 9 años y el impacto de la metodología fue capacitar más de 40 mil funcionarios y 5 millones de usuarios para posicionar el uso del expediente a nivel nacional”.

En la misma línea, la Dra. Analía Baum, Directora de Sistemas de Información Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, destaca la importancia de la formación. “Los programas de posgrado suelen ser sumamente técnicos, pero en la práctica se necesita un 90 % de herramientas para gestionar el cambio y sumar perfiles específicos. Debemos revisar los programas y adaptarlos a la situación real, pensar distintos perfiles según el rol que van a ocupar dentro de un proyecto de transformación digital”, detalla. A su vez, a partir de los 8 principios rectores hacia la transformación digital de la OPS, destaca que “el Ministerio de Salud de la Ciudad abrió en 2016 una residencia interdisciplinaria para sistemas de información, e incorporaron a antropólogos, politólogos, sociólogos y psicólogos para tener un abordaje interdisciplinario”.

“Las HCE sin un desarrollo sostenible de una fuerza laboral integrada, participativa y empoderada carecerá de sentido, objetivo y de los resultados esperados”, afirma Leonardo Arancibia, Jefe de Departamento de Transformación Digital del Hospital Insunza de Chile, quien también destaca la implementación de un proceso de cambio más allá de la visión técnica.

Desde su experiencia en el Hospital Dra. Eloísa Díaz Insunza la Florida, pionero en implementar un Departamento de Transformación Digital en un hospital público, comenta que “la estrategia es transversal, buscamos generar alianzas mediante células de trabajo con un mismo objetivo”. Comunicar esos cambios debe ser parte del plan global, “la comunicación debe ser constante, el contacto con los usuarios y el personal clínico es una parte fundamental de la gestión del cambio, para así involucrarlos y convencerlos. Debemos ofrecer material sencillo, aplicaciones intuitivas bien diseñadas”, explica Carlos Solano, CIO de TecSalud de México.

“Si queremos incorporar tecnología para habilitar un proceso, debe ser un buen proceso. Debe haber una reingeniería de los procesos con las personas que ejecutan esos procesos y después brindar soluciones de tecnología. No se trata de llevar muebles viejos a la casa nueva, se necesitan muebles nuevos para la casa nueva”, ilustra oportunamente Solano. “Es importante involucrar a diferentes entidades, como las universidades desde la gestión del conocimiento. También necesitamos incluir distintas agencias de gobierno, no solo el Ministerio de Salud, para tener una visión sociosanitaria del paciente y crear estrategias transversales”, insiste Arancibia. “En América Latina no hay continuidad de prioridades en cuanto a las políticas públicas de salud. Es importante poner al paciente en el centro, independientemente de la gestión partidaria. Las necesidades de los pacientes y de los clínicos, debe trascender a las gestiones, permitir crear políticas públicas a largo plazo”, concluye Solano.

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